Javier Campo
Lunes 22 de Mayo de 2017
La segunda generación de una familia dedicada por tradición al cultivo de la uva albariño, inicia un proyecto que ve la luz en 2006 y que se ha transformado en vino que refleja el paisaje, la tierra y la tipicidad de las Rías Baixas.
Coincidiendo con los grandes expertos de todo el mundo, los vinos de esta denominación de origen, se encuentran entre los mejores de España y del mundo.
Ésta bodega elabora cuatro vinos diferentes y, en cada uno de ellos, el cuidado, el mimo y el cariño se convierte en denominador común. Pero hoy el protagonista es el Pazo Pondal, el albariño que da nombre a la bodega y para el que han utilizado las vides emparradas de su finca de menor altitud, lo que confiere en el vino una menor acidez y una mayor concentración.
Un trabajo de lias durante seis meses convierte este vino en altamente gastronómico, amplio y fragante.
Tal como vemos en la fotografía anterior es un excelente compañero de viaje de los mariscos y crustáceos por su frescura y salinidad.
En copa podemos observar su color amarillo pajizo alto, con reminiscencias verdosas y una resplandeciente brillantez. En la nariz una explosión cítrica y balsámica te llega a la pituitaria con recuerdos minerales. Para terminar, en la boca se torna untuoso, glicérico, amplio y equilibrado. Su acidez perdura en un postgusto casi interminable que te invita a seguir bebiéndolo.
Javier Campo