WineryArt, vinos de calidad y diseño rompedor para un público moderno y joven

Susana Formoso

Martes 16 de Junio de 2015

Enclavada en las zonas de Murcia y Valencia esta bodega acaba de iniciar su andadura a través de una innovadora apuesta por la variedad autóctona Monastrell

Diseño y vinos de la más alta calidad. Bajo esta premisa se ha iniciado el proyecto WineryArt, que tiene a Karel Eissner como gerente. La iniciativa empresarial “ha comenzado tras varios años de trabajo en el sector de la enología, el diseño y la comunicación de los miembros del equipo”, todos ellos unidos bajo un denominador común: la pasión por el vino.

Ubicada en Yecla, desde WineryArt han apostado por buscar la esencia mediterránea a través de la puesta en valor de la variedad de uva autóctona Monastrell, aunque también trabajan con otras como Petit Verdot, Cabernet Sauvignon y Syrah. Esta nueva bodega cuenta en la actualidad con una extensión de 20 hectáreas de terreno repartidas en diferentes viñedos de entre 300 y 600 metros de altitud.

La variedad Monastrell se convierte en la gran protagonista de sus productos y su producción se basa en el uso de “cepas de más de 50 años y de extraordinaria calidad”, indican desde esta bodega. A esto cabe sumar una filosofía que se rige por “el respeto con el medio ambiente y los bajos rendimientos por hectárea”. Esto hace de “nuestras uvas pequeñas joyas de la naturaleza”, aseguran.

Para comenzar esta aventura vitivinícola, WineryArt ha creado cuatro nuevas marcas, sacando al mercado 10.000 botellas de cada una de ellas. Todos ellos son vinos tintos dentro de la Denominación de Origen Yecla, “cargados de esencia mediterránea y de paladar excelente”, explican.

Además de por una cuidada elaboración que deriva en una alta calidad de sus productos, si por algo sorprenden estos cuatro vinos es por su packaging, otra de las claras apuestas de esta bodega. En este sentido, Karel Eissner afirma que los productos se dirigen principalmente “a un público moderno que busca tintos de calidad que no estén reñidos con la imagen innovadora del vino”. De este modo, pretenden ofrecer una renovada visión de la viticultura, mucho más cercana y atrevida a través de estas cuatro propuestas.

La más sobria de todas es la denominado Enfuria Classic. Caracterizado en su etiquetado por unas sencillas líneas que recuerdan a la cabeza de un tigre, su nombre alude, precisamente, “a la fuerza del vino”. Obtenido a partir de la variedad Monastrell de viñas viejas en un 100%, este 2012 destaca en nariz por sus notas especiadas, resultando amplio y frutal en boca, dejando ligeros recuerdos a tostado e incluso a chocolate.

Más atrevido resulta el packaging del segundo de los productos, Enfuria. En este caso, la variedad Monastrell se mezcla con uvas Syrah y Petit Verdot para dar lugar a un vino 2011 color cereza picota muy intenso. Su paso por boca resulta suave y aterciopelado y recuerda en nariz a fruta madura sobre base de ahumados y especias.

Más elegante y sutil resulta el tinto Morena Mía, con un 65% de Monastrell, un 20% de Cabernet Sauvignon y un 15% de Syrah. Este 2012 se identifica muy fácilmente por los rostros de mujer que aparecen en su etiqueta. De color rojo picota, deja en boca un paso suave y aterciopelado.

La cuarta apuesta de WineryArt, y que en la actualidad está registrando una mayor demanda, es el vino DeMuerte. “Se llama así porque precisamente está de muerte”, indica la gerente de esta bodega. Este tinto se caracteriza por una singular imagen de una calavera en el etiquetado, pero compuesta por trazos coloridos y motivos florales, aportando una imagen difícil de olvidar. Este 2012 se compone de las variedades Monastrell y Syrah, en un 50% cada una de ellas, que le aportan ese color rojo violáceo. En nariz recuerda a los frutos rojos con un suave fondo de roble contando con un paso suave y untuoso en boca.

A pesar de solo llevar “tres meses en el mercado, ya tenemos distribuidores por bastantes puntos de España, aunque estamos buscando más en la actualidad”. En general, “los vinos tienen mucha aceptación tanto por la calidad como por su imagen”, e incluso ya se han puesto en contacto con los miembros del equipo de WineryArt “importadores para empezar a trabajar el comercio exterior. Las expectativas de futuro son, por lo menos, ilusionantes”, concluye Karen Eissner.

Club WineryArt Bodegas

Además de la propia venta, dentro de su portal web, WineryArt Bodegas ofrece la posibilidad a los internautas de unirse a su club. Con el fin de mantener una relación más cercana con sus clientes, se ha puesto en marcha esta pequeña asociación a través de la cual todos los interesados pueden estar al día de sus productos, así como de las últimas novedades en relación a esta bodega.

Para hacerse socio del club WineryArt, solo hay que rellenar un formulario disponible en la propia web. La inscripción es totalmente gratuita y no requiere ninguna compra para formalizarla. Además de recibir cada mes los boletines de noticias de esta empresa vitivinícola, los asociados también podrán disfrutar de descuentos y promociones exclusivas para la compra de productos a través de la tienda online.
Un amplio abanico de ventajas para dar a conocer unos productos que destacan por su frescura e innovador diseño. Esta apuesta ya está dando sus primeros frutos por parte de los consumidores.

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