EFE
Jueves 10 de Mayo de 2012
La IX Feria Cantabria Vinos ha reunido hoy en Santander a unas 200 bodegas del país, repartidas en medio centenar de mesas en las que han ofertado sus productos.
El encuentro, en el que han participado bodegas de todas las denominaciones de origen y que ha sido inaugurado por el consejero de Industria, Eduardo Arasti, está dirigido tanto a los especialistas y profesionales de la hostelería y la alimentación como a los aficionados, a quienes se ha dado la oportunidad de conocer en Cantabria las principales novedades vitivínicolas.
En la feria se pueden adquirir desde crianzas accesibles a cualquier bolsillo hasta botellas de "Pago de los Capellanes" (Ribera del Duero), a más de cien euros la unidad.
Además, como novedad, en la feria se ha instalado un outlet en el que las bodegas dan salida a vinos de añadas anteriores, a precios económicos.
Eduardo Arasti ha destacado el "interés" de esta feria como punto de encuentro de los elaboradores con los especialistas y profesionales de la hostelería y ha subrayado la importancia de este subsector como "complemento a la oferta gastronómica y turística".
"La cultura del vino está en auge y alrededor de la misma están surgiendo iniciativas y proyectos a añadir a la oferta turística y que sirven de atracción para visitar aquellos lugares donde se elaboran caldos", ha señalado el consejero de Turismo.
Arasti ha recordado, en este sentido, que los once vinos que actualmente se producen en la región están incluidos en las denominaciones geográficas 'Costa de Cantabria' y 'Liébana', agrupadas bajo el distintivo de 'Vinos de la Tierra', "lo que representa un valor a añadir a la oferta gastronómica de la región".
"La gastronomía es una imagen de marca y promoción de Cantabria y sus comarcas", ha añadido el consejero, al subrayar que ésta es uno de los pilares fundamentales de la oferta turística regional.
También ha visitado la feria la Consejera de Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Blanca Martínez, que ha destacado el apoyo del Gobierno de Cantabria a los productores y ha apostado por la "calidad y la diferenciación" como criterios fundamentales para conseguir que los vinos de Cantabria "tengan personalidad propia".
La consejera ha recordado que el Plan Vitivinícola de Cantabria, que evalúa diferentes variedades y patrones de vid, de sistemas de cultivo y de vinificación, es uno de los instrumentos puestos al servicio de los emprendedores y de los productores cántabros y que el mismo busca consolidar la "calidad de nuestros vinos" y fomentar, al mismo tiempo, "la generación de empleo en el medio rural".
Además de los once vinos cántabros (los tres tintos de Picos de Cabariezo y Lusía y los ocho blancos de Casona Micaela, Ribera del Asón, Viña Lancina, Viña La Vida, Carrales de Cayón, Tejea Verde, Señorio del Pas y Nates), en el encuentro están representados los vinos de Rioja, Ribera del Duero, Penedés, Cariñena, Jumilla, Toro, Somontano, Rueda, Montilla, Rías Baixas y Tierra de Castilla.