Viernes 22 de Agosto de 2025
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Una investigación conjunta del Centro de Investigación Ecológica HUN-REN y la Universidad de Milán ha puesto de relieve el papel de las aves y los murciélagos en la protección de los viñedos frente a las plagas. El estudio, realizado en viñedos húngaros con diferentes métodos de cultivo y tipos de paisaje, muestra que estos animales ayudan a reducir tanto la cantidad de insectos perjudiciales como las pérdidas en la cosecha.
El trabajo se centró en comparar viñedos gestionados con prácticas orgánicas frente a otros con manejo integrado, así como en analizar la influencia del entorno, diferenciando entre paisajes forestales y zonas agrícolas abiertas. Para medir el efecto real de aves y murciélagos, los investigadores instalaron jaulas que impedían el acceso de estos depredadores a ciertas plantas. Los resultados fueron claros: las vides protegidas por estas jaulas sufrieron más daños en hojas y frutos que aquellas expuestas a la acción natural de aves y murciélagos.
El estudio señala que los paisajes con bosques cercanos favorecen especialmente la presencia de murciélagos durante la primavera. En estos entornos, se observó una reducción notable de polillas del racimo, una plaga común en los viñedos, lo que repercutió directamente en el rendimiento de la cosecha. Según Dávid Korányi, responsable del experimento de campo, mantener paisajes conectados con parches de bosque autóctono, setos y pequeños grupos de árboles facilita la presencia tanto de aves como de murciélagos. Estos elementos proporcionan alimento y lugares adecuados para anidar o refugiarse.
La investigación también subraya la importancia del tipo de gestión agrícola. Péter Batáry, autor principal del estudio, explica que el manejo orgánico, al evitar herbicidas e insecticidas sintéticos, permite que se establezcan más artrópodos beneficiosos y aumenta la presión sobre las plagas. De este modo, se refuerza el control natural sin recurrir a productos químicos.
Los autores advierten que las prácticas agrícolas intensivas y el uso frecuente de pesticidas ponen en peligro la biodiversidad y las funciones ecológicas asociadas a los cultivos. Los viñedos resultan especialmente sensibles porque afrontan numerosas amenazas por plagas mientras que los métodos sostenibles aún no se aplican ampliamente.
El estudio concluye que promover paisajes agrícolas más diversos y adoptar técnicas respetuosas con el medio ambiente puede ayudar a los viticultores a reducir daños en sus cultivos y obtener beneficios económicos. Los resultados completos han sido publicados en el Journal of Applied Ecology.
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