Los vinos de Clarendelle y Domaine Clarence Dillon brillan en los Oscar por tercer año consecutivo

En la 97ª edición de los Premios Oscar, los vinos de Clarendelle y Domaine Clarence Dillon volverán a ser protagonistas. Por tercer año consecutivo, esta bodega familiar será el socio oficial de vinos del evento, aportando un toque de elegancia de Burdeos a la noche más importante de Hollywood. La selección de este año incluye el Clarendelle Bordeaux White 2023, el Clarendelle Bordeaux Red 2016 y el Clarendelle Amberwine 2021. Además, se presentarán dos novedades: La Clarté de Haut-Brion 2021 y Le Clarence de Haut-Brion 2015, ambos vinos de gran prestigio.

Prince Robert de Luxemburgo, CEO y presidente de Domaine Clarence Dillon, tiene una conexión especial con el mundo del cine. Antes de unirse al negocio familiar, trabajó como guionista. Ahora, sus vinos tienen un papel destacado en los Oscar. "Es un honor colaborar con los Oscar por tercer año consecutivo", comenta Prince Robert. "Esta colaboración es una extensión natural del compromiso de mi familia con el cine y las artes".

Los vinos de Clarendelle y Domaine Clarence Dillon no solo se servirán en el Teatro Dolby, sino también en el Governors Ball. Allí, los asistentes podrán disfrutar de una copa mientras se graban las estatuillas. Además, estarán presentes en la Fiesta Oficial de los Oscar en el Museo de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas, acompañados de un menú elaborado por Wolfgang Puck Catering.

El vino ha tenido un papel destacado en el cine a lo largo de los años. Desde la preferencia de James Bond por el Mouton Rothschild 1955 en "Diamonds Are Forever" hasta el gusto refinado de Hannibal Lecter por el Clos Sainte Hune 2001. Incluso en el mundo animado, el vino ha sido protagonista, como en "Ratatouille" con el Château Latour 1961. En el cine, el vino a menudo simboliza lujo, sofisticación o incluso engaño. Un ejemplo es "Desde Rusia con amor", donde el antagonista de Bond revela sus intenciones al pedir un Chianti con pescado. O en "Muerte en el Nilo", donde una botella de Pétrus juega un papel clave. La historia nos muestra que el vino siempre encuentra la manera de destacar en la pantalla.