Bouquet: Una vinoteca del siglo XVI en el centro de Sevilla

Los tesoros no se encuentran en medio de la calle. O sí. No en medio de la calle precisamente, pero sí muy cerca, en una de las plazas más transitadas de Sevilla, la de Santa María la Blanca, está Bouqué una más que elegante vinoteca, anexo a las instalaciones del Hotel Las Casas de la Judería. Este hotel ocupa 27 casas sevillanas de estilo tradicional comunicadas mediante diversos pasadizos y patios. Traspasar sus puertas implica sumergirse en una Sevilla desconocida para muchos. Sus 134 habitaciones, todas diferentes, se entremezclan entre ellas, a través de más de 40 patios, jardines, túneles laberínticas, callejuelas interiores... Pasear por el interior del hotel, es volver a vivir lo que fue esta ciudad siglos atrás. Fuentes, estatuas, pedestales, columnas, solerías y un buen conjunto de muebles de la época. Ánforas, botijos, antiguas murallas... dan la sensación de estar en un auténtico museo.

Una de estas casas fue propiedad del Ducado de Béjar cuyo titular ejerció de orgulloso mecenas del mismísimo Miguel de Cervantes Saavedra. ¿Quién sabe si esta silla dónde estoy sentado ahora no fue ocupada por el insigne maestro de la novela para escribir algún capítulo de Rinconete y Cortadillo? El entorno seguro que sí fue visto por sus ojos porque parece que el tiempo no ha pasado por aquí. Las paredes tapizadas y la madera son las protagonistas de un espacio dedicado al mundo del vino que, aunque sólo sea por curiosidad, tienen que visitar.

Al frente del negocio está Belén Gómez una empresaria con años de experiencia en el sector de la ferretería y los suministros industriales que hereda de su padre. Por perseverancia más que por casualidad, haciendo gala de su innato optimismo que yo traduciría en pasión por las cosas que le gustan, ha puesto en marcha este singular negocio. Con una amplia gama de vinos, casi todos "copeables", quienes deseen tener una experiencia cuasi mística, tienen que acompañarlos del jamón ibérico de bellota, la caña de lomo, el salchichón ibérico de Montaraz, o el quesos de Doña Leonor de Alburquerque. Indescriptible. Tienen que proberlo. No se equivoquen, no es una abacería. Aquí no hay latas, sólo encontrarán esta selección de productos gourmet que Belén ha elegido de forma que, envasados a gas, lo pueden llevar a casa y tomarlos como recién cortados. También dispone de alguna selección de productos de temporada que se marchan cuando la época del año lo requiere, dando paso al siguiente producto. Ahora, turrones que, con algún que otro generoso, maridan de cine.

Heredada también de su padre es la afición por los vinos. Se confiesa una apasionada de Ribera del Duero y Toro, pero deja abierto sus gustos a un amplio espectro de variedades entendiendo que hay un vino para cada ocasión o un vino para cada estado de ánimo. Acreedora de una increíble capacidad de trabajo y de un buen gusto que, nada más entrar en la tienda van a poder comprobar, Belén asume su llegada a este bonito pero complicado sector con humildad, pero con la ilusión como fiel compañera en este viaje, que es otra de sus pasiones. El tiempo libre del que dispone no le permite hacer demasiado turismo, pero dentro de un hotel, esa necesidad de conocer otras culturas intercambiando impresiones y experiencias, con sus clientes, la tiene bien cubierta. Con las ganas de aprender de una colegiala, sus ojos transmiten amor en cada palabra cuando habla de este negocio que ella califica como un hijo.

A los vinos de Sevilla, le suma vinos generosos y andaluces, perfiles de casi todas las Denominaciones de Origen de España y salta a marcas internacionales que, poco a poco, quiere ir introduciendo en su porfolio. Este es el lugar ideal para hacer una parada en el camino. Aquí saben que los vinos que les van a servir estarán a temperatura correcta, cada uno en la copa que toca y si ya, envolvemos nuestra visita en el halo de magia del entorno que ocupa la vinoteca, la experiencia no tiene precio. Solo, para leer la prensa; en compañía, para tener un rato de evasión con esa persona especial; o en compañía de amigos y familia para dedicarles un rato, Bouquet se ha convertido en un imprescindible al visitar en el centro para reponer fuerzas, y más en esta época del año donde los paseos por esta zona de la ciudad se vuelven obligatorios. Una parada en el camino que no le dejará indiferente. Es más, si va con prisas, un vino para llevar a casa es un regalo excelente para poder disfrutar y compartir. Hagan la prueba.

En breve comenzarán con las catas. Estén atentos a sus redes sociales porque una de estos eventos puede ser la excusa perfecta para conocer Bouquet, la vinoteca de la Sevilla del siglo XVI.