España no arrancará viñedos

El ministro español de Agricultura, Luis Planas, ha descartado la posibilidad de que España adopte una medida similar a la de Francia para hacer frente al descenso del consumo mundial de vino, que ha llevado al país vecino a optar por el arranque de viñas. En unas declaraciones desde Dijon, Francia, donde asistió a una reunión de ministros de la Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV), Planas afirmó que cada país debe buscar sus propias soluciones a los problemas del sector vitivinícola. Aunque reconoció que existe preocupación a nivel europeo por la situación del mercado, Planas insistió en que España no tiene previsto recurrir al arranque de viñedos.

Francia ha iniciado un programa para arrancar 30.000 hectáreas de viñedo, para lo cual la Comisión Europea ha autorizado ayudas por valor de 120 millones de euros. Sin embargo, el sector vitivinícola francés considera que sería necesario arrancar hasta 100.000 hectáreas para equilibrar la oferta y la demanda. En España, la situación es diferente, según el ministro, quien explicó que los problemas en el país han sido más puntuales y que algunas comunidades autónomas han puesto en marcha programas específicos, como ayudas para la vendimia en verde o la destilación de vino, con el objetivo de reducir la producción y disminuir los excedentes en las bodegas.

A pesar de estas medidas, Planas subrayó que no se consideran necesarias acciones adicionales en este momento y que, si fuera preciso, se estudiarían nuevas propuestas. Recalcó, sin embargo, que cada país tiene su propia problemática y soluciones adaptadas a su contexto particular. En cuanto a la situación en España, el ministro destacó que el sector vitivinícola goza de buena salud, con un aumento del consumo del 1,3 % en los últimos doce meses y una recuperación en las exportaciones.

Planas también señaló que los productores tienen la responsabilidad de controlar sus rendimientos para evitar la sobreproducción. Además, resaltó la importancia de adaptarse a las nuevas tendencias del mercado, en particular al cambio de preferencias entre los consumidores más jóvenes, que muestran un mayor interés por vinos con menor contenido alcohólico, blancos, espumosos y vinos desalcoholizados. Según el ministro, el sector debe atender a estas demandas del mercado, ya que, en última instancia, "el que manda es el consumidor".

El vino español, un modelo de sostenibilidad y adaptación al cambio climático

El ministro, además, ha resaltado el sector vitivinícola español como un ejemplo de transición hacia un modelo de producción más sostenible, destacando los avances tecnológicos y la modernización de sus procesos. Durante su intervención en la reunión ministerial de la OIV ha subrayado la importancia del sector para la economía de las zonas rurales y el camino recorrido en su adaptación al cambio climático.

El ministro ha detallado cómo el sector vitivinícola ha implementado mejoras en sostenibilidad, mencionando la producción ecológica, la agricultura de precisión y el uso de energías renovables como algunas de las claves para esta evolución. Además, ha destacado la modernización de bodegas y la valorización de subproductos que contribuyen al desarrollo de una economía circular. El viñedo, ha explicado Planas, no solo tiene un impacto económico, sino también medioambiental, al contribuir a la conservación de los suelos y la captura de carbono, factores que cada vez tienen más relevancia entre los consumidores.

Uno de los retos mencionados por el ministro ha sido la reducción de la huella climática en la producción de vino, para lo cual se están desarrollando cultivos más resistentes a condiciones climáticas adversas, como la sequía y las temperaturas extremas. Esta adaptación está incluida en el nuevo plan estratégico de la OIV para 2025-2029, que se someterá a aprobación en la asamblea general de la organización.

Planas también ha señalado que el sector vitivinícola no solo es un pilar económico, sino que también es clave para la preservación de los valores culturales, sociales y etnográficos de muchas regiones de España. Con más de 900.000 hectáreas de viñedo, España es uno de los mayores productores de vino a nivel global, lo que refuerza la relevancia del sector tanto dentro como fuera del país.

En cuanto a los patrones de consumo, el ministro ha abogado por una ingesta moderada y responsable de vino. Asimismo, ha expresado el apoyo del Gobierno a la regulación de los vinos desalcoholizados, que están ganando terreno en el mercado. También ha señalado la importancia de adaptarse a las nuevas demandas de los consumidores, con especial atención al uso de medios electrónicos para proporcionar información más detallada sobre el origen y la trazabilidad de los productos, así como los aspectos relacionados con la salud.

La reunión ministerial en la que participó Planas formó parte de las celebraciones por el centenario de la OIV, creada en 1924. Además, precede al 45º congreso de la organización, que se celebrará en Dijon entre el lunes y el viernes de esta semana.