Bodegas Faustino invierte 15 millones de euros en un proyecto que redefine el lujo en el mundo del vino

La familia Martínez Zabala y Norman Foster transforman Bodegas Faustino

Lunes 30 de Septiembre de 2024

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La familia Martínez Zabala ha presentado en Oyón el proyecto turístico Legado Bodegas Faustino, desarrollado en colaboración con el prestigioso arquitecto Norman Foster. La propuesta se centra en proporcionar una experiencia integral en torno al vino, el viñedo, la naturaleza y la arquitectura, integrando todos los espacios con los viñedos y promoviendo un entorno donde la sostenibilidad tiene un papel relevante. Este nuevo proyecto, concebido como una extensión del legado de la familia en la región, busca elevar la imagen de la marca Faustino y fortalecer su posición en el ámbito internacional.

Lourdes Martínez Zabala, representante de la cuarta generación de la familia y consejera de la compañía, destacó que el proyecto debía tener lugar en las Bodegas Faustino porque representa el origen de la tradición vitivinícola familiar, asociada a su historia en Oyón, un enclave fundamental para la familia. Con la puesta en marcha de esta iniciativa, la familia Martínez Zabala pretende posicionar a Faustino como un referente global en el ámbito enoturístico y contribuir al desarrollo local mediante la generación de nuevas oportunidades para negocios complementarios.

Francisco Honrubia, director general de la compañía, resaltó el valor de la marca Faustino y su amplia presencia internacional en 140 países. Durante la presentación, que reunió a colaboradores de más de 45 nacionalidades distintas, se destacó que Faustino es líder en la venta de Gran Reserva de Rioja a nivel mundial y figura en el TOP 20 de las marcas de vino más admiradas.

El proyecto Legado Bodegas Faustino se fundamenta en los cuatro pilares que han guiado a la familia Martínez Zabala: Familia, Viñedo, Innovación y Sostenibilidad. La inversión destinada a esta remodelación ha ascendido a 15 millones de euros y ha requerido seis años de desarrollo, durante los cuales tuvieron que hacer frente a situaciones inesperadas, como el aumento de costos de materiales derivados de la guerra entre Rusia y Ucrania. Según Javier Pérez Torrejón, de Foster+Partners, este conflicto tuvo un impacto directo en los precios de la madera a nivel global, obligando a realizar ajustes en el diseño para optimizar tanto los costes como el uso de recursos.

La estructura principal de la bodega, que cuenta con paneles solares, está construida con madera de alerce procedente del País Vasco. Sin embargo, la escalada de precios de este material llevó a cambios de última hora en el proyecto para poder cumplir con los objetivos iniciales. Una de estas modificaciones fue la implementación de un dispositivo que conecta dos piezas de madera más pequeñas, en lugar de utilizar piezas de mayor longitud, lo que permitió transportar la madera en un solo camión y reducir los gastos de logística y las emisiones de carbono.

Durante la inauguración, Norman Foster subrayó la relación de casi 20 años con la familia Martínez Zabala, que comenzó con el proyecto de Bodegas Portia en 2010. En este nuevo edificio, descrito por Foster como un ejemplo de "Planeta 1.0", las emisiones de carbono generadas pueden ser absorbidas de manera natural por los recursos del entorno. La bodega utiliza tecnología fotovoltaica de última generación como parte de su enfoque "Energía Plus", lo que no solo garantiza la autosuficiencia energética del edificio, sino que también permite generar energía adicional que se destina a otras instalaciones de la bodega. Foster enfatizó que este proyecto no se limita a la arquitectura, sino que representa una estrategia integral para el futuro de Bodegas Faustino.

El evento inaugural contó con la presencia del lehendakari Imanol Pradales, quien destacó la relevancia de esta iniciativa para la región. En su intervención, señaló que la combinación de modernidad, innovación, sostenibilidad e internacionalización representa un paso firme hacia un futuro exitoso para la bodega y la comunidad de Oyón, poniendo en valor las raíces locales de la familia y su conexión con la tierra.

La celebración incluyó un cóctel servido por Maher, acompañado de una selección de los mejores vinos de la casa, entre los que se encontraban el Faustino I Gran Reserva Blanco 2019, Faustino V Blanco 2023, Gran Faustino I 2004 y Faustino I Gran Reserva 2015. Para el brindis se reservó el Cava Brut Faustino, mientras la soprano Ainhoa Arteta interpretaba arias de La Traviata de Verdi. El cierre de la velada estuvo marcado por un espectáculo de drones que sobrevoló los viñedos, recreando imágenes simbólicas de la marca Faustino, como su logotipo y el escudo de la familia Martínez Zabala.

La remodelación de la bodega se enmarca en la celebración de los 160 años de la fundación de Bodegas Faustino en 1861. La presidenta de la familia, Carmen Martínez Zabala, expresó que la intención de este proyecto es atraer tanto al turismo nacional como al internacional, con la esperanza de que el impulso generado beneficie a la comunidad local y proyecte a Oyón como un destino enoturístico de relevancia mundial.

El espectáculo de drones, que simbolizó el siguiente capítulo para la bodega, representó con luces y música la historia y el futuro de Faustino. Las formaciones en el cielo mostraron imágenes de una botella de vino tinto sirviéndose en una copa, culminando una velada que marcó el inicio de esta nueva etapa para la familia Martínez Zabala y Bodegas Faustino.

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