DEMUERTE BLACK SWAROVSKI: La joya que encanta al mundo del vino

DEMUERTE BLACK sigue acaparando la atención de expertos y amantes del vino en todos los rincones donde se presenta. Este vino premium de la familia DEMUERTE ha resultado ser un auténtico acierto, conquistando paladares exigentes y convirtiéndose en un referente de lujo y sofisticación en la industria vitivinícola.

¿No Conoces DEMUERTE BLACK?

Te lo Presentamos: DEMUERTE BLACK se destaca desde el primer vistazo por su aspecto inconfundible. Esta creación única no sólo cautiva por su contenido, sino también por su presentación elegante y refinada. La ya icónica calavera que identifica a los vinos DEMUERTE adquiere un aura de sofisticación aún mayor gracias a los dos cristales Swarovski de 6,40 milímetros que adornan sus ojos. Estos destellos brillan como estrellas en un cielo nocturno, enmarcados por un elegante fondo negro que cubre la botella.

La singularidad de esta presentación no tiene igual en el mercado y ha dejado una impresión imborrable en todas las ferias internacionales especializadas en vino. No es de extrañar que DEMUERTE BLACK haya cosechado críticas sobresalientes, destacándose como una verdadera obra de arte enológica.

En copa, DEMUERTE BLACK se presenta como un vino limpio y luminoso, con una intensidad cromática que hipnotiza en un profundo rojo picota. Al acercarlo a la nariz, se despliega un abanico de aromas que combinan notas balsámicas con frutas maduras y grosellas. Estos evocadores perfumes se mezclan de forma armoniosa con especias dulces como el pimentón, la canela y el cacao, creando un bouquet complejo y seductor.

En boca, cada sorbo ofrece una explosión de matices que acarician el paladar. La exquisita mezcla de sabores revela un equilibrio perfecto entre la potencia y la sutileza, dando lugar a una experiencia degustativa inolvidable.

DEMUERTE BLACK no es simplemente un vino, es el resultado de una meticulosa elaboración que comienza en el viñedo. Las uvas utilizadas provienen de cepas centenarias en pie franco de la variedad Monastrell, cultivadas de manera artesanal en un riguroso secano. Estas cepas, no injertadas y de rendimiento extraordinariamente bajo, ofrecen una calidad excepcional y única.

Cada grano se selecciona con sumo cuidado durante la vendimia manual, asegurando que la materia prima no sufra ningún daño. Las uvas se transportan en cajas de veinte kilos, evitando golpes que podrían afectar su integridad.

Una vez en la bodega, el vino se fermenta en depósitos de acero inoxidable a 24°C, seguido de una maceración de 21 días. El proceso culmina con un envejecimiento maloláctico y una posterior crianza en barricas nuevas de roble francés durante un mínimo de 20 meses. Este minucioso proceso dota a DEMUERTE BLACK de la elegancia y la prestancia que lo caracterizan, creando un vino que brilla por su refinamiento.

DEMUERTE BLACK no es sólo un vino; es un viaje sensorial que combina tradición, arte y lujo. Su apariencia impactante y su perfil organoléptico refinado lo convierten en una joya para cualquier amante del vino que busque algo verdaderamente especial. Un tributo al buen gusto y a la excelencia enológica que seguirá deslumbrando a quienes se atrevan a descubrirlo.

Así que, si aún no has tenido la oportunidad de probar DEMUERTE BLACK, no esperes más. Este vino premium de la familia DEMUERTE es una experiencia en sí mismo, un vino que redefine el concepto de exclusividad y elegancia en cada sorbo.