Los vinos de Baigorri, protagonistas en la “Fiesta a Cuatro Manos” en La Casa del Tigre con Marabunda

La magia se da cuando dos de los chefs sevillanos con más talento de Sevilla se juntan para celebrar el arte de cocinar. La Casa del Tigre, lugar envuelto de un halo de misterio, referente gastronómico del centro de Sevilla, y Marabunda, un nuevo oasis de creatividad en la ciudad, se unen para presentar su "Fiesta a Cuatro Manos", un evento que será toda una oda a la felicidad a través de la comida.

Los artífices de este homenaje serán Lucho Plaza (La Casa del Tigre) y Francis Balongo (Marabunda), chefs de renombre que compartirán no sólo la cocina, sino también su pasión por provocar con cada bocado. El dúo promete un espectáculo de sabores, donde cada pase del menú será un acto de celebración, una sinfonía de gustos y un encuentro de sabores.

El menú estará compuesto por dos snacks fríos: panipuri de atún y ensalada verde. Continuaremos con seis platos principales: coliflor con miso y aguacate; colmenilla con setas y trufa; aguachile de corvina y gambas; corvina "Mar y Montaña"; pato mole del tigre; y mollejas de ternera Marabunda. La parte dulce estará compuesta por dos postres que, a buen seguro, irán en consonancia con la época del año que vive la ciudad, con la Semana Santa a la vuelta de la esquina.

Se suma a la fiesta Martina Trader, una de las distribuidoras de vinos más importante y con mayor potencial de Sevilla, que invita a la cena a Carlos Reyes, director comercial de Bodegas Baigorri y Granbazán, que contará con la inestimable colaboración de Abel Martín, y que se encargarán del maridaje con cuatro vinos que harán las delicias de los asistentes. A estos cuatro vinos, le sumarán dos cócteles... y la cena está servida. De esta forma, el protagonismo líquido correrá a cargo de:

Granbazán Etiqueta Ámbar es el emblema de esta bodega. Un vino blanco con Denominación de Origen Rías Baixas, elaborado sólo con mostos flor, a partir de cepas de más de treinta y cinco años, vendimiadas a mano. Estamos ante un Albariño singular en su untuosidad con un final persistente.

Quinta Do Sil, también de la mítica bodega Granbazán, pero que esta ocasión nos desplazamos desde las Rías Baixas hasta Valdeorras para traernos este Godello monovarietal, aromático, floral y afrutado, donde aparecen a la perfección los rasgos que caracterizan a esta variedad.

Baigorri crianza es el buque insignia de la bodega. Un vino tinto elaborado con uva de la variedad Tempranillo en su inmensa mayoría, aunque con un toque de Garnacha y pequeñas proporciones de otras variedades autóctonas exclusivamente cultivadas en la Rioja Alavesa que le aportan un toque de exclusividad. Tras una vendimia manual y selectiva, la uva despalillada se ha escogido a mano, grano a grano, utilizando mesas de selección por vibración y peso. Largas maceraciones y fermentaciones intracelulares con levaduras autóctonas en depósitos troncocónicos de acero inoxidable y en tinas de roble francés y americano hasta un total de catorce meses.

Baigorri Finca La Canoca lo confieso como una de mis debilidades. Debe su nombre al paraje donde se encuentra ubicada la viña, un lugar de difícil acceso en la Sierra de Toloño, con apenas cinco mil botellas de producción, 2019 es su primera añada en el mercado. La edad del viñedo es irrelevante si pensamos en las características de este suelo calcáreo y su altitud de más de seiscientos metros. Tras la vendimia manual y en cajas seleccionan los granos para fermentarlos con levaduras autóctonas en tinos de roble francés de cinco mil litros para, posteriormente, hacer la maloláctica en barricas procedentes de robles centenarios con una crianza de diez meses. Una delicia como punto final a una cena que promete convertirse en un gran acontecimiento gastronómico.

La cita será en La Casa del Tigre, en la céntrica calle Amparo de Sevilla, y la fecha marcada en el calendario, el 21 de marzo, jueves, cuando se abrirán a las 21:00 para recibir a los comensales que hayan conseguido alguna de las exclusivas treinta y seis plazas disponibles, con un cóctel en la mano y una promesa en el aire: la de una noche memorable.