La utopía se hace realidad en el turismo del vino

Nunca antes se alinearon tantas realidades paralelas en la producción de experiencias turísticas

Lunes 27 de Noviembre de 2023

Compártelo

Leído › 1984 veces

Fotos de Alfredo Selas

Del 22 al 24 de Noviembre y con una asistencia de más de 350 profesionales de 45 países, se ha celebrado en el Riojaforum de Logroño la 7ª Conferencia Mundial de Enoturismo de la OMT, en colaboración con el Gobierno de la Rioja y del Gobierno de España. El acto inaugural fue un maravilloso espectáculo de artes escénicas que evocó raíces culturales de La Rioja y de España e integró valores que son generadores de respuestas emocionales por parte de las personas que utilizan los viajes y el turismo para vivir experiencias. Porque cultivar el turismo con objetivos -específicamente en el caso del enoturismo- hasta hace unos pocos años sencillamente no estaba en la agenda de las personas amantes de viajar para conocer otros lugares. Y, casi de repente, lo que era una utopía para los amantes del vino se ha convertido en una floreciente realidad.

¡Ahí es nada! En unos días visitas una región vitícola para conocer productores de vino y disfrutar tomando algunos de ellos... y en el mismo paquete te das la oportunidad de realizar tus sueños utópicos: llenar de sensaciones tu cuerpo y de recuerdos tu memoria implicando a todos los sentidos: viendo, observando con deleite paisajes donde la belleza transita de las viñas a los edificios de bodegas, y de estos a joyas arquitectónicas que atestiguan historia y cultura; escuchando el silencio de los campos donde, en cualquier estación del año, las cepas medran en su empeño por ofrecer sus deliciosos frutos; respirando aires limpios y oliendo el embrujo de la vida natural y orgánica, y luego darte el placer de oler el paso del tiempo en una copa de vino; gustando tantos sabores como suelen ofrecer los productos gastronómicos de las diferentes regiones, y sus vinos; y, en fin, sintiendo que el taco y el contacto lo puedes experimentar palpando la rugosidad de las hojas de las cepas y lo puedes sublimar cuando degustas esos vinos aterciopelados... al tiempo que ves la viña de donde salieron las uvas.

Entrando en materia en el programa de la Conferencia, este ha sido completo, holístico, como tantas son las facetas complementarias que se alían para diseñar y producir la experiencia enoturista. Formación (la asignatura pendiente, impulsora de la competitividad y de la calidad enoturista). Industria y negocio. Innovación. Marketing. Sostenibilidad. Relaciones humanas. Comunicación. Promoción de territorios. Digitalización. Tanto los ponentes como los asistentes han tenido la oportunidad de compartir conocimiento y ofrecer visiones para hacer cada vez mejor su trabajo y ofrecer experiencias, siempre desde la consideración de que las personas son el corazón del negocio, y el factor humano es el eje pivotante sobre el que gira todo el entramado turístico.

Particularmente a mí me ha gustado -de los diferentes talleres temáticos que han tenido lugar en bodegas históricas del Barrio de las Bodegas de Haro- el del escritor, conferenciante y profesor del Napa Valley College Paul Wagner sobre "Maridaje de Enoturismo con Arte y Cultura". En su presentación ha disertado, con alegaciones sugerentes cuando no brillantes, acerca de la relevancia de la música y el vino a la hora de enriquecer las experiencias hedonistas humanas; ha utilizado -como elementos del maridaje- conceptos como melodía, ritmo y armonía con otros relativos a la producción y cultura del vino, y siempre considerando a la persona como unidad de medida. Artístico y sugestivo.

Ha sido muy reconfortante que, tras muchísimos avatares del tiempo, de la historia, de la Cultura del Vino y de los viajes de iniciación, en este punto, la OMT ha traído a La Rioja a una serie de profesionales del Turismo del Vino para que vivan y experimenten en primera persona lo que es la última y quizá definitiva época: el advenimiento de una realidad gloriosa, ya no utópica, nunca vivida antes, de poder degustar una diversidad maravillosa de vinos elaborados mejor que nunca antes en la historia y, a la vez, armonizar esas degustaciones con otras que igualmente ensalzan los espíritus. Para seguir combatiendo los estragos causados en nuestras vidas maltratadas por el estrés del trabajo y la vida ordinaria.

Esto es una verdad objetiva, pues nunca antes se alinearon tantas realidades paralelas en la producción de experiencias turísticas: capacidad económica, formación y profesionalización, conocimientos multidisciplinares, pasión y arte creativo, tecnología biológica (la que genera el cerebro); y muy últimamente el estudio de las prestaciones organolépticas de los vinos, su desarrollo y comunicación de las imbricaciones emocionales que suscita el gozarlos. (En este campo singular es donde habitan y transmiten conocimientos la/el Sumiller que están escribiendo esta utopía hecha realidad). Tan solo para vivir con más sentidos.

¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 1984 veces