La ciencia reafirma: La dieta mediterránea es más que una forma de comer

El reciente congreso Lifestyle, Diet, Wine & Health 2023, celebrado en Toledo durante los días 19 y 20 de octubre, ha servido de escenario para profundizar en una discusión que trasciende la mera nutrición: el impacto de nuestros estilos de vida en la salud general. Organizado por la Fundación para la Investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN) y el Wine Information Council (WIC), el evento ha congregado a más de 30 ponentes y 250 congresistas internacionales, para abordar desde una perspectiva multidisciplinaria la conexión entre dieta, estilo de vida y bienestar.

Uno de los puntos neurálgicos del encuentro ha sido la reafirmación del valor de la Dieta Mediterránea como uno de los patrones alimentarios más beneficiosos para la salud humana. Pero la relevancia de este enfoque dietético radica no solo en los alimentos que lo componen, sino en el conjunto de prácticas sociales y culturales que lo envuelven. En este sentido, se ha subrayado que la Dieta Mediterránea, con su patrón dietético y social, va más allá de una forma de alimentación; promueve un estilo de vida integral que abarca formas de convivencia, actividad física y bienestar emocional.

El Dr. Ramón Estruch, presidente del Comité Científico del congreso, señaló la importancia de retomar las reuniones científicas para analizar de forma presencial la complejidad de temas relacionados con el estilo de vida y la salud, especialmente en la era pospandémica. El médico recalcó también la relevancia de los patrones alimenticios y el papel de los polifenoles, presentes en alimentos como el vino, como uno de los nutrientes clave en la dieta mediterránea.

El consumo moderado de vino, siempre en el contexto de comidas, fue uno de los temas más debatidos en el congreso, respaldado por una actualización de la evidencia científica. Se presentaron los resultados de un estudio reciente del Global Burden of Diseases (GBD), que rectifica en parte investigaciones previas que negaban cualquier nivel de consumo seguro de alcohol. Según este último estudio, el riesgo en jóvenes es prácticamente inexistente y en mayores de 40 años se observa una curva en "J", que indica que los bebedores moderados presentan menor riesgo de mortalidad en comparación tanto con los abstemios como con los bebedores excesivos.

Este fenómeno de la curva en "J" es particularmente notable en el consumo de vino. Además, se destacó que la reducción en la incidencia de infartos de miocardio podría estar relacionada tanto con un efecto antiarteriosclerótico como con un efecto antitrombótico de los polifenoles del vino, según lo afirmó el Dr. Josep Masip, miembro del comité científico del congreso.

Para concluir, el congreso resultó en la redacción de la declaración "Lifestyle Matters", firmada por más de 50 científicos, investigadores y médicos, que enfatiza desde la evidencia científica la importancia de mantener una alimentación saludable y un estilo de vida equilibrado.

El evento contó con el patrocinio y la colaboración de numerosas instituciones y empresas, tanto del sector vitivinícola como del ámbito de la nutrición y la salud, reafirmando el interés y la necesidad de abordar estos temas de forma interdisciplinaria.