¿Los vinos y los libros unen a las personas?

¡Bonito día!

¿Los vinos unen a las personas? ¿Por qué?

En muchas ocasiones he paseado cerca del Museo del ferrocarril y me curiosidad me empujaba a entrar pero no lo había hecho todavía. Ayer visité el Mercado de motores, está ubicado precisamente en el Museo del ferrocarril, porque me invitó Violeta de Bodegas Viña Carmina 16. Violeta y yo nos conocimos este verano en una feria medieval en San Vicente de la Barquera, dialogamos sobre vinos y libros, reflexionamos sobre cómo vendemos nuestras creaciones y acordamos vernos de nuevo por Madrid. Admiro su generosidad al traernos desde Cantabria sus vinos para conocerlos y disfrutarlos.

Ella quería mi libro "Vinosofía. La radicalidad del vino" y yo quería un vermut para regalar, se convirtió en un trueque. Por cierto si quieres comprar un ejemplar, ya quedan pocos en formato impreso, lo puedes adquirir en:

LIBRO Vinosofía

¿Conoces el Mercado de motores? Te lo recomiendo porque hay un espacio al aire libre para disfrutar de una oferta gastronómica y además puedes encontrar vinos, los de Viña Carmina 16, productos para deleitar a tu paladar, ropa... y libros.

Y sobre libros también te voy a hablar ahora. Estaba pensando en ir con mis libros porque compartir espacio con los trenes me encanta. Leer es viajar, los trenes son libros en movimiento. Allí descubrí a la Editorial Narval y dialogué con Fernando, editor y fundador de Narval. Esa editorial se cruzó en mi camino hace años cuando Ana Isabel García Vázquez y yo mantuvimos una reunión con Eva, fundadora de Narval, para colaborar en un libro sobre Filosofía e infancia. Pregunté por Eva y me dijo que había fallecido hace diez años... Dialogamos un rato sobre los libros, las editoriales y las librerías, ademá le comenté que los libros que creo pensando en peques es mi hijo mi musa. Le regalé una botella de vermut de Bodega Viña Carmina 16, que estaba destinada para la persona de la que estoy enamorada, y le dije que brindara por Eva. Fernando me regaló dos libros para Libre y acordamos reencontrarnos de nuevo. 

Regresé al puesto de Violeta y compré la botella de vermut que quería regalar. 

Libros por vinos, vinos por libros. Ayer estas creaciones fueron testigos de cómo las personas dialogan y se apoyan para seguir creando deleite a mentes y paladares.

¿Te atreves a beber un libro?

Un abrazo vinosófico, Carmen Bengoechea Bernal

www.carmenbengoecheabernal.com