EL ALCANCE DE LOS SENTIDOS EN TU MANO

EL ALCANCE DE LOS SENTIDOS EN TU MANO Después de una espléndida y agradable cita para una cata privada con Mila...

Viernes 10 de Diciembre de 2021

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EL ALCANCE DE LOS SENTIDOS EN TU MANO

Después de una espléndida y agradable cita para una cata privada con Mila y compañía...He recibido estos textos de ellas, inspirados en los sentidos! Y claro sus palabras han provocado también inspiración/satisfacción en mí...Así da gusto una Cata en Esencia. Gracias Mila y compañía! Me complace compartirlo con vosotros.

Más que vino. Mada.

Aspira, abre la nariz y aspira. Descubre el aroma exótico del lichi. Encuentra un toque fresco de pimiento verde difícil de identificar. Somos aficionados. Aplaude el haber identificado el cítrico alegre del pomelo rosa. ¿Crees que estás oliendo un vino blanco y seco? No. Al menos, no solamente un vino. Es también una copa de moscatel  llena hasta el borde de risas, que dejan en el cristal una lágrima de disfrute.

Juego del escondite de las esencias en la segunda copa. Se asoma el cuero potente y se insinúa el higo fresco.  La avellana disfrazada de cacahuete. El regaliz tapado por la madera de roble. Y ahí está el tánico aroma de la amistad madurada en barrica durante décadas. Mejorando con el tiempo.   El tercer vino es una fragancia embotellada de piel de  naranjas  secadas al sol andaluz. Bálsamo dulzón de pasas. Explosión invisible de vainilla. Vapores de caramelo. Alrededor de la mesa flotan las sensaciones del sibaritismo sencillo. Rebosan los matices a hedonismo a tu alcance.

Inhala, inspira, recoge en tus fosas nasales el bouquet de la velada perfecta.

 

Sabor a moscatel seco y frio. Mila

La cara es de auténtica concentración, los ojos entornados, la atmósfera limpia  previamente ventilada abierta de par en par a un mar infinito, la mano derecha, relajada, sujeta una copa balón  de boca amplia especial para acoger olores. Lenta, hace girar por sus paredes  un vino blanco moscatel seco, aprecia con deleite una lágrima que se desliza con toque glicérico. La mano izquierda haciendo de tapadera cóncava sobre la copa, tapa y destapa para conseguir que la pituitaria cumpla su misión y  aprecie todos los matices de una uva criada en las laderas de Sierra Tejeda cerca de Cómpeta, al sol, aspirando la brisa suave del Mediterráneo.

En la pantalla la bodega familiar, en el ambiente la música de Jorge Pardo: "Ziriab", sobre la mesa, todo preparado.  La expectación es única: ¿A qué sabe este vino? Todo recae sobre unas papilas gustativas que no aguantan la tensión, que no pueden soportar la espera, que quieren participar en el evento, que además quieren ser las que digan las últimas palabras, que quieren ser las ganadoras del juego, que están a punto de explosionar. ¡Ya!  Roce de labios, chasquido de lengua, paladar en acción, introducción lenta... Delicioso, un gusto a vino fresco, regusto suavísimo a lichi, pimiento verde y regaliz.  Prueba superada. Puf.

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