Vamos de botellón

Por favor, que nadie piense en juntarse en un parque y beber a morro de una botella de dos litros...

Javier Campo

Lunes 13 de Septiembre de 2021

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Por favor, que nadie piense en juntarse en un parque y beber a morro de una botella de dos litros de refresco llena a partes iguales de alcohol indeterminado y algo con burbujas. Hoy vamos a ir de botellón, pero refiriéndonos a las botellas grandes.

Habría que analizar en profundidad el fenómeno botellón. Pero no ahora en pandemia y por las restricciones. Aunque algunos no compartamos esta práctica, la necesidad de socializar y de buscar válvulas de escape en la diversión y desinhibición propiciada por el alcohol en jóvenes, puede parecer inapropiada o injustificada. Pero lo cierto es que, no puede ser que tantas personas estén equivocadas. O sí.

Lo cierto es que, antes de la pandemia, ya había botellones. Es decir, que antes de no poder salir. Antes de que los locales nocturnos estuviesen cerrados, la gente ya se juntaba en una plaza a beber alcohol barato sin tener en cuenta el "que" sino más el "cuanto". Pero a lo que íbamos hoy. Ya os hemos hablado en más ocasiones de los tamaños de las botellas, aunque os haré un repaso de las más comunes en el mercado, dejando las de 30 litros fuera de este post.

Nos apartamos pues de las Melchizadec, las Salomón, las Nabucodonosor, las Balthazar, etc. En formato "botellón" es decir, por encima de la estándar de 0,75 l, lo más usual en tiendas especializadas o restaurantes con cartas importantes, es el Magnum de 1,5 l, el Jeroboam o doble Magnum de 3 l y, si me apuras un poco podríamos llegar hasta los 6 l del Mathusalem.

En este tipo de botellas, la evolución del vino es totalmente diferente y, si un vino en una botella convencional es muy bueno, en una grande, suele ser excelente. Quizás, podamos pensar que estos formatos están pensados para vinos tintos caros o para espumosos que se rocían en los pódiums de la Fórmula 1, pero lo cierto es que tomarse un Jeroboam entre dos igual cuesta un poco, pero para una mesa de 6 u 8 comensales no es nada descabellado. Al contrario. Está muy indicado. Los sumilleres más hábiles utilizan este tipo de botellas para los maridajes.

Hoy os voy a nombrar unos cuantos de esos botellones que he tenido el placer de beber y que me han entusiasmado. Ni es un ranking, ni guardan un orden de calidad o precio. Los escribo tal me acuerdo de ellos. Pero, sobre todo, os los recomiendo probar.

  • Remelluri Blanco Magnum 2007
  • Schloss Gobelsburg Tradition Grüner Veltliner Jeroboam 2016
  • Zárate Tras da Viña Albariño Magnum 2014
  • Torelló 225 Brut Nature Magnum 2015
  • La Montesa Palacios Remondo 5 L 2017
  • Alaya Tierra Magnum 2017
  • Ma Iaia Cinta Homenatge Jeroboam 2019
  • Monteabellon 14 Meses Magnum 2016
Javier Campo
Sumiller y escritor de vinos
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