Vamos a tomar un vermuth

Parece que va a volver a poder decirse esta mítica frase que invita a salir, a disfrutar de la terracita y del fin de semana con sabor a verano

Javier Campo

Martes 11 de Mayo de 2021

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El vermut es un vino aromatizado del cual ya hemos hablado en diferentes ocasiones. Con la pandemia, el consumo de esta bebida ha disminuido exponencialmente ya que beber vermut es casi más una tradición social que se ha visto restringida por la situación sanitaria, no solo en nuestro país.

Los vermuts españoles están presentes en muchos países por lo que no solo ha sido España la que ha bajado el consumo sino otras naciones como Estados Unidos, Argentina y por supuesto, en Italia. Y no en todos los sitios el vermut se toma igual o la misma hora. En una cosa si se coincide y es que es un muy buen aperitivo.

Quizás por esa razón el vermut se toma antes de la comida o de la cena depende del país donde se beba.

Su sabor amargo y tónico es perfecto para estimular las papilas gustativas y para abrir el apetito, que es una de las "funciones" básicas del vermut además de servir como escusa para salir y encontrarse con amigos.

Pero fijaros en el curioso dato que os voy a revelar y que parece haberse olvidado.

Para mucha gente, el domingo es un día de familia y, muchas personas van a misa por la mañana. Después de la liturgia, al salir de la iglesia situada en una plaza normalmente, lo primero que te encuentras es una o varias terrazas que te llaman desde dentro de tu cabeza con nombre propio y te dicen en un susurro "ven a tomarte un vermut con unos berberechos". Claro. Como tu siempre haces caso a la voz de tu conciencia, pues allá que te vas. Y te encuentras con amigos, vecinos, familiares y se socializa entre rayos de sol y voces alzadas de una mesa a la otra. Luego cada uno a su casa y Dios en la de todos. O no. Lo que ha empezado como un vermut, acaba con una comida larga y llena de momentos agradables para recordar y, repetir.

Y es en la comida cuando mucha gente, sigue bebiendo vermut en lugar de pasar a la cerveza o vino. Los amantes de este vino aromatizado suelen tener en casa varias marcas y tipos.

Porque no solo se limita al vermut negro o blanco. Hay rosados, ahumados, dulces, secos, con crianza en barrica, para tomar en caliente... las posibilidades y opciones son enormes y el abanico de versiones es muy amplio y con enormes diferencias, que muchas veces solo se ven cuando pruebas varios a la vez.

Una de las particularidades que tiene el vermut es su enorme capacidad de adaptación a muchos y diversos tipos de comida ya que aglutina acidez, amargor y dulzor, tres propiedades muy gastronómicas y propicias para comer.

Incluso os animo a que cuando lleguéis a los postres, probéis de maridarlo con alguno de esos maravillosos vermuts blancos dulces con el que seguro que se os va a quedar un muy buen sabor de boca.

Javier Campo
Sumiller y escritor de vinos
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