Luis Paadín: “Dotamos a la guía de nuevas herramientas para facilitar la divulgación de los vinos, bodegas, destilados y terruños de Galicia”

Ni la pandemia ha conseguido parar a los Paadín en su impulso por seguir ofreciendo su publicación anual, La Guía de Vinos, Bodegas y Destilados de Galicia 2021, una publicación que vuelve a salir al mercado repleta de novedades y en la que sus autores demuestran, una vez más, que no estamos frente a una guía de muestras catadas al uso, si no de un compendio de la cultura vitivinícola gallega.

Además de incrementar el número de muestras catadas y premiadas, superando las 1200 referencias, la nueva edición amplía la recopilación de información sobre las diferentes variedades ancestrales gallegas e incorpora más información sobre las diferentes marcas y bodegas.

"Llevamos 10 años en constante evolución ofreciendo cada vez información más precisa y pormenorizada de un mayor número de vinos y bodegas" nos explica Luis Paadin, con quien hablamos en esta entrevista sobre hacia dónde avanza esta publicación: "hemos llegado a un punto de inflexión en el que queremos avanzar hacia la información y documentación más vanguardista en base a cada uno de los territorios productores", nos avanza. Y es que mientras aún está siendo distribuido la Guía 2021, Paadín ya piensa en cómo será la de 2022.

¿Cuáles son las principales novedades de la guía en esta edición?

Además del incremento de muestras catadas y premiadas, superando las 1.200, seguimos ampliando los mapas pluviométricos y térmicos de todas las DOs en cada añada. Pero sin duda entre las novedades más llamativas está el árbol genealógico de algunas de las principales variedades ancestrales de Galicia, así como una ampliación de la recopilación de sinonimias y homonimias que venimos rescatando del olvido, superando los 300 nombres de uvas gallegas. Incluye también un buscador de vinos por R.E.N. (Número de Registro Embotellador y Envasador) con los nombres de las bodegas embotelladoras ya que cada vez son más numerosos los vinos denominados coloquialmente como "Para-Por" y las segundas y terceras marcas de las bodegas. Esto facilita al consumidor conocer la bodega de origen del vino en el mercado. También se incluye un listado de tiendas de vino de todas las provincias de España en las que los vinos gallegos tienen especial representación y protagonismo.

Luis y Alejandro Paadín

¿Va creciendo esta guía hacia convertirse en una publicación que recoja una antología de la cultura del vino?

Esa es la idea. Llevamos 10 años en constante evolución ofreciendo cada vez información más precisa y pormenorizada de un mayor número de vinos y bodegas. Hemos llegado a un punto de inflexión en el que queremos avanzar hacia la información y documentación más vanguardista en base a cada uno de los territorios productores. Por supuesto las catas a ciegas seguirán siendo el epicentro sobre el que pivote todo el proyecto, pero en cada edición iremos dotando a la guía de nuevas herramientas que ayuden a ampliar el conocimiento y a facilitar la divulgación de los vinos, bodegas, destilados y terruños de Galicia. Mientras promocionamos la Guía 2021, ya estamos trabajando en las novedades e incorporaciones de la 2022.

¿Cómo ha sido el proceso de elaborar una publicación como esta guía en las actuales condiciones de pandemia?

Las muestras catadas han superado a las de los años previos, como viene siendo habitual con cada edición, pero en esta ocasión hemos tenido que reducir el número de catadores, cambiar la ubicación de algunas instalaciones y reducir el número de sesiones de cata para evitar más contactos de los necesarios. Las medidas higiénicas y de seguridad nos han obligado a modificar sensiblemente el protocolo de cata, pero dado que controlamos directamente gran parte del proceso de producción (cata, redacción, diseño y maquetación), hemos podido adaptarnos con bastante flexibilidad a la situación.

¿Qué papel desempeñan los mecenas para poder llevar a cabo la guía?

Son el pilar fundamental. Como la Guía no permite la incorporación de publicidad, ni directa ni indirecta, la colaboración de esos más de 250 mecenas que abalan el proyecto anualmente hace posible su edición sin publicidad. El sistema de mecenazgo que hemos diseñado hace casi una década, nos ha permitido editar cada año 2.000 ejemplares de una Guía de vinos de ámbito autonómico pero de alcance internacional (nos han pedido varios ejemplares de países como México, Colombia, EEUU, Reino Unido...). Gracias a ellos, esta herramienta de promoción y divulgación de los vinos, bodegas y destilados de Galicia puede seguir funcionando.

¿Qué acciones están llevando a cabo para difundir la guía en las actuales condiciones de limitación?

Mantenemos activas dos líneas de promoción: entrega de ejemplares a algunos de los principales prescriptores de España y del mundo y participación en congresos, ferias y concursos internacionales en cuanto sea posible y, por otro lado, a través de sus vinos premiados con clases, túneles del vino y webinars por Escuelas de Hostelería, Clubs de Cata y Asociaciones de Sumilleres de toda España, que combinamos con la difusión a través de diferentes medios de comunicación en los que colaboramos. Ya hemos organizado un túnel con más de 150 vinos premiados en A Coruña, impartido 3 webinars en Escuelas de Hostelería de Galicia y tenemos comprometidas varias masterclass en varias ciudades de España con sumilleres. Todos los años nuestra prioridad es que la Guía se mueva para que los vinos gallegos sigan siendo una prioridad de los sumilleres, hosteleros y consumidores.

¿Cómo ha cambiado en este año el panorama vitivinícola gallego?

Este año sin duda ha sido un impasse en todo el sector y el vino gallego no ha sido ajeno a ello. El cierre de la hostelería, la decadencia del turismo y el blindaje de las fronteras, han dificultado mucho la venta de vino, máxime a una comunidad en la que el minifundismo y los pequeños productores suponen un porcentaje muy elevado de la producción. Aquellas bodegas que tenían una buena red de distribución en supermercados y puntos de venta directo al consumidor, han tenido más herramientas para amortiguar el impacto de los cierres, pero lamentablemente los pequeños productores han tenido que ingeniárselas y muchos se encuentran ahora en un momento delicado. Ahora mismo son muy pocas las bodegas o regiones vitivinícolas que se atrevan a llevar a cabo acciones de promoción o de divulgación y Galicia no es una excepción. Aquellas bodegas o DOs con más capital (económico y humano) han fortalecido su posición en un mercado que se ha vuelto frágil. Esperamos que la situación se vuelva más favorable y que, efectivamente, se pueda seguir avanzando en la divulgación de los vinos gallegos como se venía haciendo hasta hace apenas un año de forma bastante eficiente.

¿Cómo cree que será su evolución futura?

Galicia es desde hace unos años un valor seguro en los mercados nacionales e internacionales. Los vinos nunca serán los más baratos, pero su calidad está contrastada y aceptada. Esta certidumbre es fundamental y se ha granjeado gracias al buen hacer y al trabajo infatigable de los CC.RR., viticultores, bodegueros, técnicos, comerciales y prescriptores. Por suerte o por desgracia, el mercado del vino es bastante conservador y el mismo esfuerzo que cuesta posicionarse, cuesta perder el prestigio. Nuestras bodegas han seguido trabajando este año y apostando más si cabe por la calidad, por lo que es probable que el peso y la tendencia se mantengan los próximos años, pero no hay que descuidarse ni confiarse, ya que la competencia cada vez es mayor en calidad y en competitividad. La gran baza de los vinos gallegos seguirá siendo su valor diferencial: variedades únicas, parcelas genuinas, antropización vitivinícola del paisaje e historia milenaria y un amplio espectro de mesoclimas únicos. Mientras explotemos nuestro valor diferencial, siempre habrá hueco para los vinos de Galicia en cualquier mercado.