Xavi Domènech, gerente de la Cooperativa Falset Marçà: “Queremos contar quienes somos directamente al consumidor, sin intermediarios”

La cooperativa, en plena expansión comercial, vende el 60% de su producción de vinos y aceites al mercado interior y en venta directa

Carmen Fernández

Miércoles 18 de Junio de 2014

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Exportaciones a 33 países, incorporación a las nuevas tecnologías y una voluntad de modernizarse y abrirse al público. Con este dinamismo quién diría que la Cooperativa Falset Marçà acaba de superar los cien años de historia. De hecho, la fusión de las bodegas Falset y Marçà en 1999 que culminó en la creación del actual proyecto de elaboración y comercialización de vinos y aceites, goza de una salud envidiable. Hablamos con su gerente, Xavi Domènech, sobre el difícil equilibrio entre tradición y futuro, innovación y creatividad por la que ha apostado la Cooperativa para garantizar la preservación de su idiosincrasia y del modo de vida de las 350 familias que la forman.

Cumplido el centenario, se hallan inmersos en un proceso de modernización y expansión comercial, ¿puede explicarnos estos cambios?

En los últimos 12 años hemos llevado a cabo un proceso de modernización en todo el proceso de producción. Ahora estamos centrados en la comunicación de todos estos cambios y en dar a conocer nuestra nueva imagen, centrada fundamentalmente en el orgullo de lo que somos, en nuestra autenticidad. La cooperativa es lo que es gracias a sus raíces y a cien años de historia trabajando con el mismo objetivo.

También ha iniciado su expansión comercial, ¿hacia dónde mira Falset Marçà?

Los cambios coyunturales en el sector agroalimentario, tanto en el sector nacional como en el internacional, han hecho que volvamos nuestra vista al público final. Queremos contarles quién somos y cuáles son nuestros productos directamente al consumidor, sin intermediarios. Sentíamos que en las grandes estructuras de comercialización éramos uno más, se perdía nuestras raíces y nuestro mensaje. Por eso nos hemos reestructurado, abandonando las grandes distribuidoras para centrarnos en la venta directa a través de dos agro tiendas propias en Falset y Marçà; la restauración y en tiendas gourmet y delicatesen, que miman el producto. Actualmente la venta directa de nuestros productos supone ya el 60% y el resto va a distribución. Y en esta estrategia de contacto directo con el consumidor ha encajado perfectamente el e-commerce a través de la tienda on line www.etim.es.

En cuanto a mercados, el 60% de nuestra producción sigue vendiéndose en España, que es un mercado muy cómodo para nosotros porque conoce nuestro producto pero no por ello dejamos de lado la exportación. Nuestra prioridad es Estados Unidos y Centro Europa, incluidos los países del Norte.

Falset Marçà se ha vinculado desde su inicio con una joven denominación de origen como Montsant, ¿cómo encaja la apuesta por la innovación y la preservación de las tradiciones?

Antes de integrarnos en la D.O Montsant estábamos en la de Tarragona, y la adaptación ha sido natural. Formar parte de esta denominación de origen, igual que de la de Siurana en el caso de los aceites, nos sirve para darnos a conocer a nivel internacional y también nos ha servido sus reglamentos para adaptarnos al proceso de trazabilidad y nos ayudan a mejorar en los procesos de producción, la comercialización, etc.

Desde hace dos años hay una clara apuesta por el enoturismo, ¿Como ha respondido el público y cómo encaja en el proyecto su sede, una de las llamadas Catedrales del Vino?

El enoturismo tiene un peso específico muy importante en nuestro proyecto ya que nos ayuda a comunicar de dónde venimos. Y qué mejor manera que hacerlo desde casa, una casa que es un orgullo ya que se trata de una obra del arquitecto modernista César Martinell, discípulo de Gaudí. Estamos frente a la única Catedral del Vino que aún sigue funcionando como bodega lo que supone una gran responsabilidad añadida. Pero la posibilidad de que los visitantes puedan conocer el proyecto cooperativo en este edificio supone un atractivo añadido. Desde hace dos años ofrecemos seis tipos de visitas distintas, aunque una de las que está cosechando más éxito son las visitas teatralizadas que suponen un impacto muy positivo para nuestra imagen.

Además del atractivo de la propia bodega, la cooperativa está en un entorno envidiable del Priorat, en proceso de convertirse en Paisaje Patrimonio de la Unesco, ¿está la cooperativa vinculada de alguna forma a esta candidatura?

La cooperativa está vinculada porque nuestros asociados forman parte del paisaje de la comarca; somos auténticos defensores del patrimonio visual y de nuestra forma de vida, que intentamos proteger la vorágine de cambios sin control que han sufrido otras zonas de España. Desde la cooperativa aportamos nuestro grano de arena a este proyecto de catalogación y preservación, en representación de las 350 familias que nos conforman.

¿Cuáles son sus retos de futuro?

El principal reto es que dentro de 100 años sigamos aquí y que los socios vivan de su trabajo. Pero a más corto plazo, ahora estamos trabajando en una nueva línea de productos de la que hicimos la presentación previa en la última edición de Alimentaria: la gama Castell de Falset, que hemos relanzado ampliada y renovada. Se trata de cinco vinos: dos tintos con diferentes crianzas, uno blanco, un vino dulce y un aceite. El denominador común de todos ellos es la leyenda del infante Pere el Cerimoniós, que da nombre a cada uno de los productos, que también llevan un etiquetado nuevo a cargo de una diseñadora procedente del mundo manga.

Los nombres de los productos: la Dama de Blanc, lo Foc del Castell, lo Senyor del Castell, lo Dolç do Castell y l'Or del Castell también mantienen nuestra idiosincrasia, por lo que los hemos escrito como se pronuncian en esta zona. No queremos ocultar nuestra forma de entender la vida y nuestros productos son un fiel reflejo de esta forma de entender el mundo.

Más información
(PDF)La Cooperativa Falset Marçà
Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo
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