ENOLOGÍA PARA TODOS: Alternativas a los tapones de corcho natural

Hace unas semanas hablamos de los tapones de corcho natural, sus propiedades y los beneficios que aportan al vino. El...

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Jueves 28 de Junio de 2018

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Hace unas semanas hablamos de los tapones de corcho natural, sus propiedades y los beneficios que aportan al vino. El corcho natural se utiliza desde el año 3000 a.C. pero en los últimos años han aparecido muchas alternativas, y hoy veremos las diferencias entre ellas.

Si continuamos con los tapones cuya materia prima es el corcho de alcornoque, podemos encontrar tres tipos de tapón: los corchos colmatados, los conglomerados y los técnicos. Todos aparecieron por cuestiones de precio, pero también para dar solución a los problemas de olor a corcho que a veces aparece en los vinos tapados con corcho natural. De este olor a corcho son responsables unas moléculas llamadas Tricloroanisoles (TCA), pero eso es otra historia que contaremos en otro momento.

Los corchos colmatados provienen de corchos naturales excesivamente porosos, que no se pueden vender tal cual. Los poros se colmatan con una mezcla de polvo de corcho y cola alimentaria para hacerlos más estancos. Los corchos conglomerados están hechos con los restos de hacer corchos naturales triturados y  pegados con cola alimentaria. Los trocitos de corcho son cribados por tamaño, lavados y desinfectados (para que no haya problemas de olor a corcho) antes de pegarlos. Los corchos técnicos están hechos de trocitos de corcho conglomerado y pegado y en los extremos se pone una lámina de corcho natural, que será la que esté en contacto con el vino. En el caso de los vinos espumosos como el champán o el cava, los corchos siempre son conglomerados con forma de champiñón, de esta manera permite una mayor compresión para aguantar la presión de la botella. En todos estos casos, el vino que se guarda no necesita una crianza larga en botella y va a ser consumido a corto o medio plazo.

Más tarde aparecieron los tapones sintéticos, elaborados con compuestos plásticos como siliconas. Los primeros eran muy básicos, pero la industria ha evolucionado mucho y ahora incluso se puede controlar la cantidad de oxígeno que pasa al vino. Estos tapones son buenos para vinos que no necesitan una evolución en botella y que van a consumirse en menos de dos años. Hubo controversia con estos tapones por no ser biodegradables, pero ya hay empresas que han encontrado soluciones, remplazando los plásticos por fibras vegetales mejores para el medio ambiente.

Otra alternativa muy expandida en los países centroeuropeos y nórdicos es la cápsula de aluminio o tapón de rosca; lleva utilizándose desde los años setenta. Es una opción muy buena para vinos que van a ser consumidos a corto o medio plazo, aunque puede mantener un vino en perfectas condiciones hasta diez años. Los tapones de rosca son herméticos: el vino está completamente privado de oxígeno así que no lo permiten evolucionar. Esto puede ser una ventaja en los vinos jóvenes y en los vinos que van a ser exportados lejos, siempre y cuando no necesiten evolucionar en la botella. Esta es la mejor opción para el medio ambiente, ya que el metal es reciclable y lo más cómodo para el consumidor, ya que no se necesita sacacorchos.

Muy recientemente, en el año 2003 apareció una nueva alternativa, los tapones de vidrio. Lo mejor de estos tapones es que son reutilizables y pueden servirnos en casa para tapar cualquier otra botella. Estos tapones son para vinos de consumo rápido, ya que no son tan herméticos como la rosca o los corchos tanto naturales como sintéticos.

Aunque haya muchas alternativas, el corcho natural siempre será el rey y la opción número uno para conservar grandes vinos que necesiten una crianza en botella. Al principio hubo controversia con estas alternativas, por que se creía que si no tenía un buen corcho el vino era de mala calidad... pero nada más lejos de la realidad. La elección de tapón es una de las decisiones más pensadas de la bodega, y siempre se adapta el tipo de tapón al tipo de vino y el mercado al que vaya destinado.

Este es mi último post de la temporada, volveremos después de las vacaciones con la llegada de la vendimia, las vinificaciones y un montón de temas con los que seguir aprendiendo enología. Solo me queda desearos un buen verano, que disfrutéis mucho y siempre con moderación.

Cristina Vegas es nieta del fundador de Avelino Vegas. Es licenciada en Biotecnología y cursó sus estudios de Enología en la universidad de Burdeos.

Un artículo de Avelino Vegas
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