Miércoles 19 de Noviembre de 2025
El pasado lunes, 17 de noviembre, la sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife acogió el Seminario Universitario de Viticultura Regenerativa. El evento fue organizado por la Cátedra de Agroturismo y Enoturismo de Canarias, una iniciativa conjunta del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) y la Universidad de La Laguna (ULL). El objetivo principal fue analizar el futuro y los problemas estratégicos que afronta la viticultura en las islas.
La jornada comenzó con las intervenciones de Jesús Enrique de las Heras Roger, director de la Cátedra, y María Nélida Rancel Torres, vicedirectora de la Real Sociedad. Ambos pusieron en valor la necesidad de contar con espacios técnicos donde se puedan debatir los problemas actuales del sector vitivinícola canario.
La ponencia principal estuvo a cargo de Leonardo Cury da Silva, doctor en Fitotecnia y especialista en fisiología y manejo del viñedo. Su intervención se centró en la “doble poda”, una técnica desarrollada en Brasil para optimizar el ciclo productivo en zonas tropicales de altitud. Cury da Silva explicó cómo este método puede servir como referencia para regiones insulares como Canarias, donde el clima cálido plantea dificultades específicas para el cultivo de la vid.
El seminario incluyó una mesa redonda bajo el título “Retos y desafíos de la viticultura de Canarias”, moderada por Gabriel Santos García, coordinador general de la Cátedra. En ella participaron los enólogos Pedro Rodríguez Pérez, Jaquelin Herrera Marcichal y Francisco Álvarez de la Paz. Los expertos analizaron cuestiones técnicas y estructurales que afectan al sector. Entre ellas, subrayaron la fragmentación territorial, la diversidad de microclimas y una orografía compleja que obliga a un manejo muy específico del viñedo.
Uno de los temas que más atención recibió fue la detección reciente de focos de filoxera en Tenerife. Los participantes debatieron sobre protocolos urgentes, controles fitosanitarios y estrategias a largo plazo para proteger el patrimonio prefiloxérico del archipiélago. También se abordaron los problemas derivados del aumento de temperaturas, que obligan a ajustar tanto la gestión hídrica como los procesos de maduración y el perfil sensorial final de los vinos.
Los ponentes analizaron además las dificultades asociadas a las variedades autóctonas y el equilibrio entre innovación tecnológica y conservación de prácticas tradicionales. Se puso sobre la mesa el problema económico que supone la llamada viticultura heroica, caracterizada por costes elevados debido a las condiciones geográficas y a una competencia internacional cada vez mayor.
La falta de mano de obra especializada y la ausencia de relevo generacional fueron señaladas como amenazas estructurales para el futuro del sector. Los expertos coincidieron en que es necesario impulsar medidas formativas, incentivos económicos y un mayor reconocimiento social para quienes trabajan en el sector primario.
En cuanto al posicionamiento en el mercado, se discutió cómo incrementar la presencia del enoturismo como herramienta para aportar valor añadido. Se propuso integrar al sector gastronómico y al alojamiento rural para crear experiencias más atractivas y cohesionadas que permitan diferenciarse frente a otros destinos.
El encuentro finalizó con una intervención del Clúster de Enoturismo de Canarias. Ponentes y asistentes compartieron una copa de vino local como cierre a una jornada dedicada al análisis técnico y al intercambio profesional sobre el futuro del sector vitivinícola canario.