Lungarotti renueva en 2025 sus vinos Rubesco 62 y Torre di Giano 62 tras más de 60 años de historia

Miércoles 05 de Noviembre de 2025

La bodega de Umbria actualiza sus clásicos para adaptarse al mercado y reforzar su identidad familiar y territorial

La bodega Lungarotti, situada en Torgiano, una localidad entre Perugia y Asís, ha presentado este mes de noviembre la renovación de dos de sus vinos más conocidos: Rubesco 62 y Torre di Giano 62. Ambos productos, nacidos en 1962, han sido actualizados en 2025 para adaptarse a las tendencias actuales del mercado y a los gustos de los consumidores. La empresa busca así mantener su vínculo con la tradición vitivinícola de Umbria y, al mismo tiempo, ofrecer una imagen renovada.

Rubesco 62 Rosso di Torgiano DOC 2022 es un vino tinto elaborado principalmente con uva Sangiovese. Según la bodega, este vino representa el estilo clásico de los tintos de la zona, pensados para acompañar las comidas cotidianas y reflejar el ritmo pausado de los pueblos umbros. Se trata de un vino que busca equilibrar intensidad y frescura, con una estructura que permite maridarlo con platos de carne.

Por su parte, Torre di Giano 62 Bianco di Torgiano DOC 2024 es un vino blanco producido a partir de las variedades Trebbiano y Grechetto. Este vino pretende mostrar la capacidad de la región para elaborar blancos equilibrados y frescos. La bodega recomienda su consumo junto a pescados, carnes blancas o platos con influencias internacionales.

Además de estas dos referencias, Lungarotti mantiene en su catálogo Rubesco Riserva Vigna Monticchio DOCG 2019. Este vino tinto, elaborado únicamente con Sangiovese y envejecido durante varios años, se considera el producto más representativo de la casa. Su primera añada fue en 1964 y desde entonces ha evolucionado en estilo siguiendo las preferencias del mercado y la experiencia acumulada por la familia Lungarotti.

La historia de esta bodega se remonta a la posguerra, cuando Giorgio Lungarotti transformó el negocio familiar en una empresa dedicada al vino. Actualmente, la gestión sigue en manos de la familia y abarca también una segunda bodega en Montefalco. Con el lanzamiento del proyecto “62” este año, Lungarotti quiere reforzar su identidad vinculada al territorio y a la vida tranquila característica de Umbria.

La empresa también impulsa el enoturismo y la difusión del patrimonio cultural local a través del Museo del Vino y el Museo del Olivo y el Aceite, ambos situados en Torgiano. Estas iniciativas buscan acercar tanto a visitantes nacionales como internacionales a la cultura del vino y del aceite propios de la región.

Lungarotti afirma que sus valores principales son la familia, el territorio y la continuidad. La renovación de sus vinos emblemáticos forma parte de una estrategia para mantener su relevancia en el sector vitivinícola italiano e internacional, sin perder el vínculo con sus raíces ni con el estilo de vida pausado que caracteriza a Umbria.

Tendencias