CVNE celebra la gastronomía mexicana con maridajes de sus vinos más emblemáticos

Lunes 15 de Septiembre de 2025

La bodega española propone combinaciones que unen sabores tradicionales de México y España en un homenaje cultural

La bodega CVNE, conocida por su historia y tradición en la elaboración de vinos, ha decidido celebrar la gastronomía mexicana a través de una serie de maridajes que buscan unir los sabores de ambos países. Esta iniciativa se presenta como un homenaje a la cultura mexicana, aprovechando la versatilidad de cuatro de sus etiquetas más conocidas para acompañar platos típicos del país latinoamericano.

El Ribera del Duero Roble, un vino tinto elaborado con uva tempranillo y criado durante cinco meses en barricas de roble francés y americano, se propone como acompañante de los pambazos. Este plato mexicano, relleno de papa con chorizo y bañado en salsa guajillo, encuentra en el vino un equilibrio entre frescura y estructura. Las notas frutales y el final largo del vino ayudan a resaltar los sabores intensos del antojito.

Por otro lado, Monopole, el blanco más conocido de la bodega y elaborado con viura, se sugiere para maridar con chiles en nogada. Este plato es uno de los más representativos de México y combina ingredientes dulces y salados. El vino aporta aromas de manzana verde, piña y flores blancas, mientras que su acidez ayuda a limpiar el paladar tras cada bocado. La combinación busca armonizar la fruta del relleno y el dulzor de la nogada con la frescura del vino.

Bailarina Rosado, procedente de viñedos jóvenes en Rioja Alta y elaborado con viura, tempranillo y garnacha, se presenta junto a las tostadas de tinga. Este rosado mantiene los aromas propios de cada variedad gracias a una vinificación lenta. Su acidez contrasta con la textura cremosa del pollo en chipotle y suaviza el picante del platillo. El resultado es una combinación que permite disfrutar tanto del carácter ahumado como del frescor del vino.

Cune Blanco Reserva es otra propuesta para unir ambas culturas gastronómicas. Este vino blanco fermentado en hormigón y madera, con una crianza de 18 meses y afinado en botella, se recomienda junto a los esquites. El plato mexicano, preparado con maíz, epazote, chile y limón, ofrece capas de sabor que encuentran correspondencia en la estructura compleja del vino. Las notas sutiles de lías, barrica y fruta madura aportan volumen al maridaje.

La iniciativa busca poner en valor cómo los vinos españoles pueden adaptarse a diferentes cocinas internacionales. Según representantes de CVNE, México representa un mercado importante donde los consumidores muestran interés por nuevas combinaciones gastronómicas. La bodega señala que estos maridajes permiten conocer mejor tanto la cocina mexicana como las características propias de cada vino.

El proyecto se ha presentado este lunes en Ciudad de México durante un evento dirigido a profesionales del sector gastronómico y prensa especializada. Los asistentes han podido probar las combinaciones propuestas y conversar con sumilleres sobre las posibilidades que ofrecen estos vinos para acompañar platos mexicanos tradicionales.

CVNE continúa así su apuesta por el enoturismo y la promoción internacional de sus productos. La bodega considera que este tipo de iniciativas ayudan a acercar sus vinos a nuevos públicos y a fomentar el intercambio cultural entre España y México a través de la gastronomía.