Madrid
Miércoles 17 de Octubre de 2012
El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha abogado por la investigación y la innovación agroalimentaria para lograr la seguridad alimentaria y erradicar el hambre en todo el mundo.
Así lo la afirmado Arias Cañete en un acto celebrado hoy en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros (Etsi) Agrónomos de Madrid, para conmemorar el Día Mundial de la Alimentación.
En el encuentro han acompañado al ministro el presidente de la Asociación España-FAO, Jaime Lamo de Espinosa; el director de la Etsi Agrónomos, Miguel Ángel Garcimartín; el rector de la Universidad Politécnica de Madrid, Carlos Conde; y el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, Borja Sarasola.
El ministro ha asegurado que para cumplir con los objetivos del Día Mundial de la Alimentación -que se celebra cada 16 de octubre para concienciar sobre la desnutrición- es fundamental promover las sistemas agroalimentarios bajo la máxima de la "intensificación sostenible", es decir, "sostenibles sí, pero también productivos".
"Hay que agudizar el ingenio para hallar los sistemas productivos que combinen sabiamente todos los ingredientes para obtener más alimentos y con menos medios de producción", ha reiterado.
Para este fin, ha anunciado que desde su Departamento están trabajando ahora en un programa de investigación e innovación agroalimentaria, en colaboración con empresas privadas, plataformas tecnológicas y centros de investigación, que "se pondrá en marcha en esta legislatura".
"Nuestro país puede y debe contribuir a la seguridad alimentaria, y debemos dar con sistemas de producción sostenibles y exportables a otras partes del mundo, mediante la transferencia de conocimientos", ha señalado.
Según ha explicado, este programa se incorporara a los programas comunitarios para el fomento de la investigación e innovación, una partida que contará "con más de 4.000 millones de euros para el periodo 2014- 2020 en las futuras perspectivas financieras".
La contribución nacional a la seguridad alimentaria debe encaminarse también, ha añadido, hacia "la eliminación de las pérdidas de alimentos en la producción y del despilfarro, y el fomento del consumo responsable", ya que la cifra de alimentos desperdiciados alcanzó el pasado año las 1.300 toneladas.
"Desde el Ministerio estamos coordinando actividades para reducir el desperdicio y pronto presentaremos actuaciones muy concretas para corregirlo en cada eslabón del proceso productivo", ha avanzado.
Aunque el hambre se asocia a países en desarrollo y a pobreza, "también hay personas afectadas por la inseguridad alimentaria en nuestras sociedades desarrolladas", por lo que ha recalcado su compromiso con mantener el plan de ayuda de alimentos para los necesitados, financiado por Europa con fondos de la Política Agraria Común.
"El plan de 2013 ya está garantizado, pero mi misión es lograr en las instituciones europeas que se prolongue más allá de 2014", ha indicado.
Por su parte, Jaime Lamo de Espinosa ha subrayado que en el Día Mundial de la Alimentación no hay mucho que celebrar, ya que todavía 870 millones de personas pasan hambre en el mundo, aunque esa cifra se haya recortado en 130 millones desde los años 90.
"No hemos sido capaces de acabar con el hambre, no hemos frenado la volatilidad de los alimentos y no podemos garantizar seguridad alimentaria a una población que va en aumento, ha remarcado.
El director de la Etsi de Agrónomos, Miguel Ángel Garcimartín, ha resaltado la importancia del cooperativismo agrario para lograr los objetivos de seguridad alimentaria y sostenibilidad ambiental, en referencia al lema "Las cooperativas agrarias alimentan el mundo", que ha protagonizado este año el Día Mundial de la Alimentación.