En esta cata, que tiene lugar en el Consejo Regulador Rías Baixas, participan 90 bodegas, pero otras tantas marcas de esta denominación de origen ya han hecho llegar a las catadoras de esta guía sus elaboraciones con marchamo Rías Baixas. Isabel Mijares aclara que “sólo saldrán publicados en la guía los 1.500 vinos mejores de España, que representen la realidad geográfica vitivinícola del estado”. Sólo pasarán a formar parte de esta publicación los vinos que obtengan más de 90 puntos (sobre un total de 100). Aquellos que se queden entre los 85 y 90 puntos serán incluidos dentro de la página web, que también cuenta con una gran difusión.
La guía Repsol de los “Mejores Vinos de España” en la pasada edición tuvo una tirada de 500.000 ejemplares, así que “supone una promoción espectacular para las bodegas, pues es gratis, ya que la guía no lleva publicidad. El único coste que tiene para el bodeguero es el de hacernos llegar el vino”, añade la coordinadora de la publicación.
En la última edición, la Denominación de Origen Rías Baixas contó con unos 40 vinos dentro de esta guía, que acoge vinos de todas las denominaciones españolas. “Es un número muy importante, fruto del alto nivel de calidad de esta denominación”, matiza Isabel Mijares, quien considera que la D.O. Rías Baixas: “es una de las denominaciones más punteras de España, de las grandes banderas de vinos blancos. Junto con Rueda son los más originales”. Además, añade: “Rías Baixas es la región vitivinícola que más progreso ha tenido en los últimos años, desde la creación de su denominación de origen que ha hecho una labor muy importante”.
En la actualidad, Rías Baixas exportó en 2008 un 20% de su producción total. Para la coordinadora de la guía esta situación convierte a la Denominación de Origen en: “un buque insignia para la agricultura española”.
Estas cinco catadoras aprovecharán el viaje a la D.O. Rías Baixas para visitar diferentes bodegas, donde encontrarán las últimas tecnologías, así como los viñedos propios de esta zona, en su mayoría en emparrado.
Confesión
Mar Mora, Pilar Soto, María Eugenia Rojas, Estrella Gabriel, e Isabel Mijares coincidieron que este trabajo: “supone una gran responsabilidad por todo lo que conlleva la elección de unos vinos”. Además explicaron que durante las catas valoran, primeramente, la fase visual, luego, la olfativa y, después, la gustativa. “Tratamos de buscar un equilibrio entre todas ellas, o sea, que haya armonía en el vino”.
El mejor momento para catar es por la mañana, pues los profesionales están descansados y menos influenciados por sabores, olores… que se van adquiriendo a la largo del día. La cata ciega permite a estas expertas poder evaluar cada vino de una forma objetiva: “la etiqueta pesa, cuando hay una marca muy conocida es duro darle una mala puntuación. Este sistema facilita nuestro trabajo”.