En su término municipal encontraremos restaurantes, hoteles y comercios, así como la Casa do Concello y la oficina de información turística, donde, si decidiéramos trasladarnos a esta villa, podríamos acomodar nuestro itinerario por la zona a nuestros horarios y preferencias sobre los parajes a visitar durante los días de asueto que hallamos decidido pasar en esta magnifica zona.
El hórreo más grande de España
Será imprescindible acercarse hasta sus enormes hórreos: obras paradigmáticas de las construcciones enxebres del lugar , donde no siendo exclusivas, si puede presumir de atesorar el de mayor longitud en España. Los hórreos comenzaron construyéndose en madera con el techo cubierto de tejas de barro cocido. Posteriormente fue evolucionando en sus formas hasta ser levantados en piedra; sus pilares adoptan a rematar con una corona de piedra labrada, plana en su base y semicircular en la parte superior; su fachada suele ser uniforme y con simétricas rendijas abiertas que facilitan la ventilación de su interior. Empezó utilizándose como granero, pero pronto se convertiría en una especie de despensa donde guardar patatas, cebollas, habas... además de aprovecharse para guardar las herramientas utilizadas en los campos o los aparejos de pesca. El gran hórreo de Carnota atrae a los muchos turistas que visitan la zona al igual que lo hacen sus fabulosas playas.
La playa que más nos llama la atención, de entre las muchas que armonizan esta costa, será la conocida como Playa de Carnota, que con sus sus más de siete kilómetros de extensión es la más grande de Galicia. Podremos adentrándonos en ella a través de varios puntos de acceso disgregados a lo largo de toda su extensión, pero destaquemos Boca do Río, nombre con que se conoce a una de las secciones más atrayentes de esta formidable playa donde el mar no se resigna a los límites que marca su orilla, sino que penetra en el vasto arenal a modo de pequeñas vertientes, formando así riberas interiores con remansos y lagunas de vegetación consolidada, donde la profusión de aves que por aquella zona bullen tienen su siempre eventual morada. Las zonas más concurridas de la Playa de Carnota se hallan colindadas por amplias zonas boscosas, cuidadas y perfectamente comunicadas con la carretera general, donde no faltarán áreas de ocio especialmente habilitadas para campamentos, picnics o barbacoas.
Asimismo en todo el territorio municipal predominarán praderas arboladas o zonas agrestes, a los pies de la sinuosa cordillera donde se juntan los pedregales y pinares que vertebran alguna de las cumbres más altas de la Costa da Morte. Tal es el caso del majestuoso Monte Pindo, al que llegaremos através de sus escarpadas rutas donde coincidir con lugareños y turistas que hasta estas alturas llevan su afán senderista. Y no es de extrañar que ante el frescor de las montañas y playas que alberga este apacible municipio, el regreso signifique una ineludible deuda con uno mismo, para el que halla sentido complacido su necesario contacto con la naturaleza, lo cual resulta asegurado si uno decide acercar sus pasos hasta Carnota.