Aunque la actualidad económica y las posibles repercusiones de la crisis han sido el tema más tratado, también se han abordado otros asuntos como la ley de drogas, el turismo y posibles alternativas de negocio para conseguir más ventas.
Crisis económica.
A pesar de que por el momento no se constatan descensos significativos en las ventas, los Consejos Reguladores están de acuerdo en que la mejor manera de proteger la economía gallega es consumiendo los productos amparados por éstos, por lo que, ahora más que nunca se necesita el apoyo de los consumidores.
Ley de Drogas.
Para los representantes de las Denominaciones de Origen de Galicia (vinos y aguardientes, especialmente) es esencial evitar que salga adelante el anteproyecto de ley de drogas, puesto que en una situación económica como la actual, podría ser nefasto para la economía gallega, donde el mundo del vino es uno de sus pilares fundamentales.
Alternativas económicas.
Las alternativas económicas a la actual situación de crisis pasan por la capacidad de reacción, crecimiento en inversión y diversificación de productos y servicios dentro de las posibilidades de cada empresa. Son varias las iniciativas que ya se han realizado al respecto, recordamos:
D.O. Rias Baixas hizo público un
informe contratado a la consultora independiente Nielsen, donde uno de los aspectos fundamentales para el gran desarrollo económico del sector del vino, era el esfuerzo mediante inversiones en marketing e imagen.
Banco Pastor, en una reunión mantenida hace algunos meses con un grupo de bodegueros, explicaba la importancia de realizar campañas de comercialización exterior para conseguir mayores exportaciones y por consiguiente aumentar la riqueza económica de Galicia.
Acevín publicó recientemente, un
informe enoturístico para las rutas del vino. En este sentido, aunque en otros lugares de España está muy demandado este tipo de servicios, en Galicia son pocas las bodegas que deciden lanzarse a vender algo más que vino.
En varias regiones españolas (Rioja, Jerez o Penedés) el sector enoturístico proporciona a muchas bodegas ingresos mayores que la simple venta de vino, como son, las visitas guiadas por instalaciones, tienda de vino y productos enológicos en bodega, visitas guiadas a viñedos y entornos naturales cercanos, organización de eventos y reuniones, cursos de cata y enología, exposiciones y museos, servicio de restaurante y servicio de alojamiento, entre otros.