Miércoles 26 de Noviembre de 2025
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Desde un pequeño pueblo de apenas 350 habitantes, Jesús Sánchez vuelve a demostrar que la grandeza gastronómica no entiende de mapas. Villaverde de Pontones, silencioso, verde y rodeado de montañas, amanece un año más en el radar global gracias a su templo culinario: Cenador de Amós, que revalida por sexto año consecutivo sus tres estrellas MICHELIN y brilla en La Liste 2026 con una puntuación sobresaliente de 96/100. Cantabria, una vez más, tiene chef, tiene historia y tiene destino gastronómico.
Porque sí: hay ciudades que presumen de estrellas... y luego está este rincón cántabro donde la excelencia se cuece sin prisa, con mar, bruma y sensibilidad. En palabras del propio Sánchez, "revalidar las tres estrellas es emocionante porque detrás hay mucho trabajo de todo el equipo... no es un premio que se guarda en una vitrina; hay que ganárselo cada día". Y esa es, seguramente, la clave de por qué Cenador de Amós se mantiene en la cima: la constancia, el alma y una forma de cocinar que no imita a nadie.
La Guía MICHELIN, ese canon que separa lo bueno de lo trascendente, lo confirma año tras año. Tres estrellas significan lo que significan: una cocina excepcional que justifica por sí sola un viaje. Y no uno corto. Que los inspectores, anónimos y exigentes, hayan vuelto a concedérselas durante seis temporadas consecutivas habla de una regularidad que solo unos pocos en el mundo pueden sostener.

Pero si MICHELIN es la tradición, La Liste es la contemporaneidad: un algoritmo que cruza miles de críticas profesionales y de clientes para elaborar un ranking global donde España brilla... y donde Cenador de Amós aparece con ese 96/100 que lo sitúa entre los mejores restaurantes del planeta. Un aplauso matemático que confirma lo que los comensales ya saben: aquí se vive una experiencia total, sensorial, emocional.
Y esa experiencia tiene dos nombres: Jesús Sánchez y Marián Martínez. Él, el chef que cocina el Cantábrico —pescados y mariscos que saben a costa, verduras que saben a huerta, memoria que sabe a tradición—. Ella, maestra absoluta del ritmo, la sala y la hospitalidad, que confiesa que "Cenador de Amós sigue siendo un negocio familiar. Hemos crecido con nuestro equipo y con nuestros clientes, y ver cómo personas que quizá nunca habían oído hablar de Villaverde de Pontones deciden venir hasta aquí solo para vivir esta experiencia es el mayor reconocimiento que podemos recibir".

Porque Cenador de Amós es mucho más que un restaurante. Es un motor que atrae talento, genera empleo y conecta a productores locales con un público internacional que llega a Cantabria solo para sentarse a una de sus mesas. Es cocina que relata un paisaje, gastronomía con identidad y un proyecto que ha colocado a la región en el mapa de los destinos gastronómicos imprescindibles.

Abierto en 1993 en la Casa-Palacio Mazarrasa, el restaurante suma hoy a sus tres estrellas MICHELIN una Estrella Verde, tres Soles Repsol y el respeto absoluto de la comunidad gastronómica. Y su universo continúa creciendo: Amós, en Rosewood Villa Magna (Madrid), lleva la despensa cántabra a la capital sin perder ni un ápice de sensibilidad.
Jesús Sánchez lo resume con la humildad que lo caracteriza: trabajo, emoción, equipo. El resto —las estrellas, los rankings, el reconocimiento global— es simplemente consecuencia de hacer las cosas con verdad. Y esa verdad, en Villaverde de Pontones, sabe a Cantabria. A mar. A historia. A Amós.
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