Negociaciones arancelarias entre Francia y China reactivadas

Las conversaciones entre Francia y China sobre los aranceles al brandy se han retomado, reavivando la esperanza de que Beijing reduzca los impuestos impuestos a las importaciones europeas de esta bebida. Representantes de la industria del Cognac y el Armagnac se reunieron esta semana con el presidente francés para abordar la situación de los gravámenes antidumping que China mantiene sobre el brandy de la Unión Europea, una medida que afecta a las exportaciones de estos destilados. El problema surgió en respuesta a la amenaza de la UE de establecer aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos, una política que ya ha sido aplicada.

El Bureau National Interprofessionnel du Cognac (BNIC) afirmó en un comunicado el martes que la investigación iniciada por China "no es un problema jurídico, sino político", por lo que solo se podrá resolver con una respuesta política. Esta declaración refleja la presión que el sector del brandy está ejerciendo sobre el gobierno francés, instándole a buscar una solución a través de la diplomacia. La disputa comenzó a intensificarse después de que la Comisión Europea tomara medidas contra las exportaciones automovilísticas chinas, provocando una reacción por parte de Beijing.

En el marco de estas tensiones, algunos representantes de la industria señalan que en las recientes reuniones de alto nivel se han detectado avances. Las discusiones sostenidas en Shanghái entre autoridades francesas y chinas han permitido reactivar el diálogo, lo que es visto como un paso necesario hacia una solución bilateral. Los grupos de presión franceses, como el BNIC, el Bureau National Interprofessionnel de l'Armagnac (BNIA), la Fédération des Exportateurs de Vins et Spiritueux (FEVS) y la Maison des Vins et Spiritueux (MVS), han trabajado de manera conjunta para impulsar una estrategia que alivie el impacto de los aranceles sobre el sector.

Por su parte, el Ministerio de Comercio de China (MOFCOM) ha anunciado la posibilidad de sustituir el depósito de seguridad que se exige a los importadores de Cognac y Armagnac desde el 11 de octubre por una garantía bancaria, una opción que implicaría menos complicaciones administrativas. Hasta ahora, los importadores de destilados a base de vino, como el Cognac y el Armagnac, debían pagar un depósito equivalente al arancel establecido, el cual fue anunciado el 29 de agosto y se sitúa en un promedio del 35%.

Los grupos de presión han interpretado este anuncio como una "reacción positiva inicial", aunque reconocen que el proceso aún está lejos de resolverse de forma definitiva. Desde octubre, la obligación de adelantar estos depósitos ha supuesto un problema considerable para los exportadores franceses, quienes temen que la prolongación del conflicto afecte las ventas en uno de sus mercados más importantes. La búsqueda de un acuerdo político sigue siendo la prioridad para ambas partes, mientras las negociaciones continúan avanzando en un entorno marcado por la tensión comercial.