Renovando el legado vinícola de Albacete

La historia de Vega Tolosa es una de esas narrativas que tejen el rico tapiz de la viticultura española, donde la tradición y la innovación se dan la mano a través de las generaciones. Esta bodega familiar, anclada en la tierra de Casas Ibáñez, en Albacete, se ha convertido en un referente no solo por su calidad vinícola sino también por el papel que han jugado las mujeres en su evolución y desarrollo. La quinta generación de esta familia, compuesta por Rocío y Mariluz Tolosa, es un claro ejemplo de cómo el legado y la modernidad pueden coexistir, llevando los vinos de su ancestro, José Tolosa, a nuevos horizontes.

Desde los inicios de Vega Tolosa, cuando aún las uvas se entregaban a cooperativas locales, hasta el embotellamiento de sus propios vinos a finales del siglo XX, la familia Tolosa ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder de vista la esencia de su legado. Con más de 300 hectáreas de viñedos, de las cuales un buen porcentaje está dedicado a la uva Bobal, autóctona de la zona, Vega Tolosa destaca en el panorama vinícola por su compromiso con la agricultura ecológica y por poseer algunas de las viñas más antiguas de la Denominación de Origen Protegida Manchuela.

El respeto por el entorno natural, en una zona declarada Reserva de la Biosfera, es palpable en cada botella que produce la bodega. Este compromiso se extiende más allá del viñedo, con prácticas ecológicas que preservan la biodiversidad y promueven un equilibrio sostenible entre la tierra y la vinificación. La ubicación de los viñedos, entre los valles de los ríos Júcar y Cabriel, añade un matiz único a sus vinos, beneficiándose de un microclima y un suelo que realzan las características de las uvas autóctonas y foráneas que cultivan.

Rocío, al frente de la enología, y Mariluz, liderando el marketing y el enoturismo, han traído una frescura y una visión renovada a Vega Tolosa. La incorporación de nuevas tecnologías y técnicas de vinificación, siempre con el máximo respeto por la tradición, ha permitido a la bodega ofrecer vinos auténticos y distintivos. Su esfuerzo por mantener viva la herencia vinícola familiar se refleja en cada decisión, desde la elección de las variedades de uva hasta el diseño de las experiencias de enoturismo.

Hablando de enoturismo, Mariluz ha sido la artífice de una oferta que se distingue por su capacidad para conectar a los visitantes no solo con los vinos de Vega Tolosa sino también con la historia y el paisaje de la Manchuela. Las actividades propuestas, como paseos en bicicleta por los viñedos o catas educativas, buscan crear una experiencia inmersiva que permita a los visitantes comprender y apreciar la profundidad del vínculo entre el vino y su tierra.

La variedad Bobal, emblema de la región y de la bodega, sirve como hilo conductor en muchas de estas experiencias, resaltando su importancia en la identidad vinícola de la zona. A través de sus vinos Los Halcones y Bobal Icon, Vega Tolosa rinde homenaje a esta uva resiliente y versátil, demostrando su potencial para producir vinos de alta calidad que reflejan el carácter único de su terruño.

La historia de Vega Tolosa y la labor de Rocío y Mariluz Tolosa son testimonios vivos de cómo la pasión por la tierra, la uva y el vino puede trascender generaciones, adaptándose y evolucionando sin perder la esencia de su origen. Esta bodega familiar nos enseña que el respeto por la tradición y la apertura a la innovación no son conceptos opuestos, sino complementarios, capaces de crear vinos que cuentan la historia de su tierra y su gente.