Una mantita para que las viñas no tengan frío

Lo cierto es que podría resultar una imagen un tanto... rocambolesca y bucólica a partes iguales. Para no tener que repartir mantas, una empresa belga ha patentado un novedoso sistema para evitar las heladas

Javier Campo

Viernes 26 de Enero de 2024

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Las inclemencias de la meteorología son, probablemente, el factor más impredecible y dañino para el cultivo de la vid. O la lluvia fastidia la viña, o la fastidia el granizo o las heladas primaverales. Las velas de parafina, las mallas, los molinos de inversión térmica, ascuas de carbón, sarmientos... todos estos sistemas han protegido y siguen protegiendo las cepas del frío.

Visualmente y de noche, las viñas que cuentan con los tradicionales sistemas de parafina o fuego directo pueden parecer o provocar una imagen bella, pero nada más lejos de la realidad ya que, las heladas provocan que los brotes no avancen en su ciclo y, por tanto, se pierda la cosecha. Luego, pasada la helada te cae una tromba de agua o granizo y a tomar por saco todo de nuevo. Así de dura es la vida del viticultor.

Una empresa belga ha inventado un novedoso sistema que consiste en la instalación de tubos de luz infrarroja conectados a unas unidades de control y que visualmente nos podrían recordar a las tiras de led de un árbol de navidad. Los tubos recorren las hileras de viñas estratégicamente colocados de tal manera que, cuando los sensores que controlan la temperatura ambiental detectan una bajada de la temperatura, activan automáticamente el sistema de radiación calórica para que la viña no padezca los riesgos asociados a los daños por las heladas.

A diferencia de otros sistemas, no se precisa encender todas y cada una de las típicas velas o candelas de manera manual, sino que el sistema es automático y fácilmente controlable por una aplicación que puede instalarse en el smartphone.

Teniendo en cuenta la tecnología de radiación térmica controlada y monitorizada, este sistema, probablemente, no sea nada barato, pero claro... eso depende de si la zona donde está ubicada el viñedo tiene tendencia a helarse, la inversión inicial puede ser alta, pero, amortizarse con las venideras ya que otros sistemas más tradicionales pueden resultar más costosos a la larga y por repetición.

Antes comentaba el tema de la imagen nocturna y lo cierto es que con estos tubos de luz infrarroja, el aspecto puede resultar festivo, pero lo mejor es no tener que ver el viñedo por la noche a causa del frío.

Javier Campo
Sumiller y escritor de vinos
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