Pablo Cortés, el enólogo de la Monastrell

En un viaje apasionante a través de viñedos y barricas, Pablo Cortés ha logrado convertirse en una leyenda del mundo del vino, enfocándose en una variedad de uva que ha capturado su corazón: la Monastrell. A pesar de provenir de una familia de médicos, desde una edad temprana, Cortés supo que su destino estaba ligado a la viticultura y la enología.

El camino hacia la maestría enológica no fue sencillo para Cortés. Después de completar sus estudios de Ingeniero Agrónomo, persiguió su pasión y se embarcó en la licenciatura de enología, donde su sed de conocimiento lo llevó a compartir aulas con el príncipe Harry en la prestigiosa Royal Agricultural University en Reino Unido, una de las instituciones más respetadas en el ámbito de la agricultura.

Su búsqueda de la excelencia lo llevó aún más lejos, ya que obtuvo un Master de la UNESCO en Viticultura, Enología y Marketing del Vino. Con una base sólida de conocimiento, Pablo Cortés comenzó su carrera en diversas bodegas, supervisando el proceso enológico desde la viña hasta la comercialización. Sin embargo, su corazón siempre latió al ritmo de la Monastrell.

Fue en 2005 cuando Cortés y su pareja, Karel Eisnner, una diseñadora gráfica de renombre internacional, decidieron dar un paso audaz y lanzar su propia marca de vinos, centrándose implacablemente en la Monastrell. Su búsqueda los llevó a Yecla, donde se asociaron con los hermanos Alfredo y Antonio Candela, auténticos expertos en esta uva en la región, y con Agustín Carrión, amigo y enólogo de renombre. Juntos, dieron vida a un ambicioso proyecto: DEMUERTE.

Este proyecto no conoce límites, y su famosa calavera ha viajado por todos los rincones del mundo. Bajo la marca DEMUERTE, han creado vinos que ahora se encuentran en las mejores tiendas y restaurantes de más de 45 países de todo el mundo. Han vendido cientos de miles de botellas en los cinco continentes y han obtenido prestigiosos premios nacionales e internacionales, consolidando su posición como líderes en la industria del vino de Monastrell.

Los vinos DEMUERTE se caracterizan por su alta calidad y sus presentaciones elegantes e innovadoras, donde la calavera se fusiona en etiquetas de terciopelo, oro y joyas de Swarovski. Son un lujo tanto por dentro como por fuera, lo que ha permitido a Pablo Cortés realizar su sueño de encontrar la Monastrell perfecta para sus vinos.

El enólogo de la Monastrell ha demostrado que la pasión y la dedicación pueden transformar una visión en una realidad de renombre mundial. Con un futuro brillante por delante, el legado de Pablo Cortés en el mundo del vino está lejos de alcanzar su última copa.