Bodegas y Viñedos Monteabellón, una paleta de suelos para un abanico de elaboraciones perfectas para cada ocasión

Desde un rosado de Avaniel para disfrutar en una terraza hasta un Finca Matambres para una sobremesa en familia, sin olvidar Finca La Blanquera, el buque insignia de la bodega, esta bodega familiar trabaja con inteligencia, profesionalidad y mimo para obtener el mejor fruto

Carmen Fernández

Miércoles 10 de Mayo de 2023

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La situación estratégica de Bodegas y Viñedos Monteabellón, en Nava de Roa, rodeada de viñedos propios entre Burgos y Valladolid, con la cercanía del río Duero y sus diferentes altitudes en pocos metros hacen de esta bodega el mejor ejemplo de la amplia variedad de elaboraciones adaptadas a los diferentes públicos que se puede obtener sólo a partir de una única variedad, la Tempranillo.

Una uva absolutamente adaptada absolutamente a este territorio y sus contrastes y que supone, tal y como nos explica Enrique del Cura, técnico agrario y enólogo de la bodega, "el esqueleto de nuestros vinos". Es la variedad por antonomasia de la D.O Ribera del Duero, con un ciclo vegetativo corto que le permite brotar en abril y madurar para finales de septiembre, consiguiendo la maduración fenólica y alcohólica justa que buscan los enólogos.

A pesar de ello, ninguna cosecha es igual que la anterior. Y la actual no es una excepción: la uva ha brotado más tarde y el calor excesivo para esta época del año obliga a realizar riegos controlados para impedir parones vegetativos en la planta que pudieran perjudicar su evolución. "Este es el gran reto que tenemos todos los años, dormir poco y hacer encaje de bolillos", nos explica el enólogo, que se enfrenta al reto del cambio climático. "Estamos observando que los ciclos se acortan, este año ha brotado más tarde y apunta un mes de mayo seco, lo que nos obligará a hacer aportes de agua y posiblemente una vendimia más tardía", nos explica.

"Lo bueno que tenemos en esta bodega es que hay parcelas repartidas en 68 emplazamientos diferentes, con exposiciones diferentes, norte-.sur, oeste-este, con lo que aumentamos la posibilidad de éxito de exposición adecuada. Por eso al final tenemos un abanico amplio de posibilidades, con un viñedo meteorizado, en altitud, suelo y exposiciones y eso te permite tener una paleta para hacer elaboraciones perfectas para el mercado y adaptadas a todo tipo de público."

Diferencias con alturas y suelos

Y ello se debe a la experiencia y el buen hacer de esta familia de viticultores que va por la tercera generación y que ha sabido apostar por una amplitud de elaboraciones obtenidas de la zona más próxima al río, donde se obtienen los vinos con más fruta, vinos jóvenes que maduran rápido, como el Avaniel Rosado y Tinto, hasta casi algo más de 900 metros, donde se obtienen los vinos con las mejores cualidades para la crianza, con La Blanquera como buque insignia de esta bodega, una elaboración excepcional con una crianza de 24 meses en madera y que luego sigue su evolución en botella, con unas evoluciones magníficas, tal y como están comprobando los enólogos a través de catas verticales.

Altura y suelos son, pues, los elementos clave en la obtención del fruto y, así, a medida que ascendemos, los suelos cambian, son más arcillosos y más complicados de trabajar pero son también las parcelas que más se miman, con desniete y podas en verde para obtener los vinos que se destinan a robles o crianzas de 3 y 5 meses en el caso de las parcelas de la zona media, como Monteabellón de 5 y 14 meses, o  la gama Capela, joven, roble y crianza, más joven y más fresca, hasta llegar a Finca Matambres y La Blanquera, en las parcelas de mayor altitud, donde los suelos son pedegresos y calizos, excepcionalmente calizos en el caso de La Blanquera, se traducen en poca retención hídrica y las condiciones atmosféricas extremas dando lugar a un fruto ideal para elaborar vinos de larga crianza.

A pie de viñedo

Lo que para los enólogos y viticultores es un trabajo constante de mirar al cielo y al suelo, para el enoturista es la oportunidad de ver dónde nace el vino. Porque el vino se hace, hoy más que nunca, en el viñedo, sobre todo en viñedos como el de Monteabellón, que apuestan por el uso de las nuevas tecnologías para respetar al máximo el proceso natural de elaboración del vino, evitando el uso de pesticidas e insecticidas en el campo.

A lo largo de todo el año si nos acercamos a Monteabellón y reservamos una visita podremos visitar los viñedos y la bodega, con una explicación a pie de viña, que se acompañará con degustación de dos vinos. "Tenemos dos tipos de visita a la bodega", nos explica Xandra González, responsable de enoturismo, "apostamos por mostrar uno de los puntos fuertes de los que nos sentimos más orgullosos, que es el viñedo. Dependiendo de la época del año, explicamos los trabajos que se llevan a cabo y completamos la visita con una cata de dos vinos y una degustación, para luego continuar con la visita en el bodega, también con cata del resto de los vinos". La segunda opción, la más convencional, sería hacer toda la visita en la bodega, con una cata de cuatro vinos, una degustación y un regalo de una copa de vino.

Sin duda pisar viñedo es la opción favorita, el horario de la visita es siempre a las 11h y siempre con reserva y con la posibilidad de hacer la visita en español o en inglés, para asegurarse de disfrutar de esta experiencia a la que cada día se apunta más persona.

Terminamos este paseo por Monteabellón y nos despedimos de  Enrique y de Xandra, no sin antes preguntar por su maridaje perfecto, sobre todo ahora que tenemos a nuestras madres en la cabeza... "Para un día especial tiene que ser un vino que invite a compartir y a la conversación y para mi el ideal es Finca Matambres, delicado, intenso, elegante, un vino para una sobremesa perfecta, porque invita a la conversación. Ahora que vamos con prisas, creo que es el perfecto para cualquier momento pero para compartir un día especial con mi madre, porque  estamos regalando vino pero, sobre todo, tiempo de calidad", nos explica con una sonrisa que estoy segura también conseguirá de su madre.

Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo
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