Paloma Rodríguez Moure: los vinos deben reflejar su origen y su historia

La responsable de marketing de Abadía da Cova comparte su visión de la viticultura sostenible en la Ribeira Sacra, por la preservación de variedades autóctonas en sus vinos, sobre la importancia del diseño en la presentación de los vinos, sobre el papel de las mujeres en la viticultura gallega y nos presenta su proyecto de la biblioteca de los sonidos del vino.

Carmen Fernández

Martes 28 de Marzo de 2023

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La Ribeira Sacra se ha situado por derecho propio como un territorio de singularidad excepcional, tanto por la llamada viticultura heroica como por la diversidad de subzonas, variedades y terrenos, que le permiten contar con una enorme riqueza de elaboraciones. Entre las grandes bodegas del territorio contamos con Abadía da Cova, situada en la parte occidental de Ribeira Sacra, una subzona históricamente más fresca y de suelos mayoritariamente de granito y esquisto.

Al frente de la bodega, nacida antes de que se constituyese la propia Denominación de Origen Ribeira Sacra, se encuentra ahora la cuarta generación de la bodega, Paloma, José y Adrián Moure, que le están dando continuidad a muchas de las propuestas que han marcado los caminos de experimentación y mejora continua que constituyen la propia filosofía de Adegas Moure. Con Paloma Rodríguez Moure, la responsable de Marketing y Enoturismo en la bodega y responsable de hacer que nos enamoremos de las botellas de Abadía da Cova, aunque estuvieran vacías, hablamos de los vinos de parcelas, de la preservación de la frescura y de la acidez de sus vinos, de variedades autóctonas o del papel que va ganando la mujer en la viticultura gallega. Pero, sobre todo, hablamos de respeto y pasión por la tierra.

Sin duda las viñas representan nuestro mayor valor como bodega, apostando por el cuidado del terruño y de los viñedos viejos e incluso de variedades casi olvidadas, ¿Cómo ha sido este proceso de apostar por viñedos de tan poca producción? ¿Cómo se consigue el equilibrio entre la conservación de esta riqueza y la rentabilidad de la bodega?

Desde Abadía Da Cova, consideramos que nuestra mayor riqueza es la varietal y paisajística, apostamos por viñedos viejos porque queremos conservar nuestro patrimonio. Por supuesto también porque son los viñedos que nos dan la mejor calidad y los vinos con mayor complejidad.

Para hacer un Gran Vino se necesita un gran viñedo, además, los vinos de estos viñedos son los que mejor expresan nuestro territorio. En cuanto a rentabilidad, los viñedos de poca producción pueden dar una gran rentabilidad ya que los vinos que salen de estas parcelas son de gran valor añadido.

Siempre han estado apostando por una viticultura ecológica, ¿cómo están afrontando la evolución del clima y los cambios en este territorio? ¿afectará al cultivo de la uva a largo plazo?

Efectivamente, siempre hemos estado apostando por una viticultura sostenible y queremos que se mantenga a largo plazo. Para alcanzar este objetivo, tenemos que ser muy respetuosos con el medio ambiente y seguir preservando toda la biodiversidad que se necesita en un viñedo sano.

Está claro que el cambio climático nos está afectando, por este motivo buscamos zonas mucho más frescas de las que se buscaban antes, así como variedades con ciclos diferentes y con más acidez en general. En Abadía Da Cova jugamos más con la selección de clones que tenemos que con el lugar donde los plantamos en la viña, buscando preservar siempre esa frescura y esa acidez.

Ánforas, barrica, vinificaciones diferentes y combinadas dan lugar a vinos singulares, ¿de qué elaboraciones se sienten más orgullosos?

Es una pregunta muy difícil porque realmente ponemos nuestro corazón y nuestro mejor esfuerzo en todas nuestras elaboraciones para intentar representar este paisaje y ser lo más fieles posible a las variedades que tenemos y a la manera de entender este territorio. Quizás de los que más orgullosos nos sentimos sean de los vinos de parcela, como el Pena Fión, el Veitureira o el O cimbro, ya que se elaboran con variedades minoritarias que intentamos preservar poniéndolas en valor a través de los vinos que elaboramos. Son variedades que estuvieron a punto de desaparecer como la brancellao o albarello, la merenzao, la caiño, la loureira,etc. El poder seguir trabajando con ellas y dándole el lugar que ocuparon antiguamente es un ejercicio de amor a nuestra tierra y a nuestra Ribeira Sacra.

Paloma es una de las protagonistas de la serie documental As rebeldes do viño, de la productora Zinqin Audiovisual, en la que se ofrece una visión poco habitual de ese mundo, como ha sido la experiencia?

Siempre es maravilloso poder abrir una ventana nueva al mundo del vino. Me contactaron y me ofrecieron participar en el proyecto de la serie documental sobre mujeres con una mirada y un discurso diferente acerca de lo que es el vino.

En seguida, este enfoque mucho más íntimo al que normalmente estamos acostumbrados, me pareció muy interesante. El equipo de profesionales compuesto por Alicia Roi y Deborah Vukušić es increíble, y creo que cuando los equipos involucrados ponen tanta pasión y tanto cariño en lo que hacen, es difícil que no salga algo realmente bonito y distinto. Fue un verdadero honor que hayan contado conmigo para aportar mi grano de arena al mundo del vino.

Tradicionalmente en la Ribeira Sacra había poco peso de las mujeres en la viticultura, parece que eso está cambiado, como lo percibe?

Las mujeres ocupamos cada vez más espacios y tenemos más visibilidad en el mundo de la viticultura. Creo que en general hay más conciencia sobre la discriminación por género, comienza a haber una percepción real de que el mundo del vino no es solo una cosa de hombres. Es fundamental ser conscientes del valor que tienen las diferentes miradas y de lo enriquecedor que es compartir los caminos y las visiones. En Galicia, la mujer siempre ha trabajado en el campo y en la casa, soportando una carga muy fuerte de trabajo. Actualmente, está cambiando, pero todavía queda mucho camino por hacer.

La llegada de esta cuarta generación se ha traducido en etiquetas más arriesgadas e incluso más transgresoras, ¿son reflejo de lo que hay dentro de cada una de estas elaboraciones? ¿qué busca con esta imagen de sus vinos?

Creemos que los vinos tienen que hablar del lugar donde vienen, contar la historia de la gente que los hizo o la historia del paisaje que los vio nacer.

Cuando llegué a Abadía Da Cova, mi objetivo como responsable de marketing era que el consumidor se enamorara de las botellas aunque estuvieran vacías, que tuviera la necesidad de llevárselas a casa para utilizarlas de florero, de botella para el aceite o el agua, y seguir así teniéndolas presentes en su vida aunque lo que contuvieran ya no fuera vino. Esa es la filosofía gallega del reciclaje y del aprovechamiento de recursos.

El vino es una obra de arte en todo su contexto y también lo tiene que ser su diseño exterior. Es un producto que puede emocionarte de muchas maneras, hay vinos que recordaremos siempre, capaces de generar emociones fuertes y directas que permanecen, vinos que han marcado momentos o que nos han acompañado y nos acompañarán a lo largo del tiempo. Para nosotros, es fundamental que puedas disfrutar de la botella sin que tengas que abrir el vino. Y por supuesto está toda la narrativa gallega que nos acompaña, toda esa cultura oral que empapa la Ribeira, una cultura hídrica llena de leyendas y de mitología, somos un pueblo que adoraba a las piedras, a los bosques y a los ríos y eso hay que contarlo.

“La clave de la biblioteca de los sonidos del vino es compartir y contribuir”

¿Qué es la biblioteca de los sonidos del vino?

La biblioteca de los sonidos del vino es un proyecto sonoro y sensorial, una mirada diferente al mundo del vino a través de ese cristal que son los sonidos.

En nuestro día a día nos vemos envueltos en una narrativa sonora que forma parte de la vida dentro de la bodega, en el viñedo, cuando los vinos se están haciendo. La biblioteca de los sonidos trata de poner el foco en esa visión más inmersiva sobre lo que es el vino, para poder compartirla y transformarla en algo más. Se compone de todos esos sonidos que se producen en las diferentes etapas por las que pasa el vino en su elaboración o en el viñedo. Luego clasificamos esos sonidos igual que se dividen los aromas en el vino, en primarios, secundarios y terciarios.

El proyecto trata de representar ese paisaje de una manera mucho más experiencial, se trata de que el público pueda escuchar lo que escuchamos cuando estábamos trasegando determinado vino, o cuando enramábamos Pena Fión, o simplemente una barrica descansando en silencio. El objetivo es poner esa biblioteca a disposición de manera libre y abierta, una biblioteca en la que todo el mundo pueda descargar esos sonidos, transformarlos, jugar con ellos, crear canciones y compartir con nosotros ese momento. La clave es compartir y seguir creando un mundo mucho más complejo, más interesante.

Nuestra bodega siempre estuvo muy ligada al mundo de la música, tenemos la suerte de tener muchísimos amigos músicos y de formar parte del festival rural "Música na Rúa" que lleva celebrándose desde hace más de 13 años y donde hacemos desde hace años catas musicales. Esta biblioteca es una manera de contribuir también a ambos mundos e intentar mezclarlos porque juntos son increíbles.

Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo
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