¿Quién dijo que podar no era duro?

En nuestro último post "PODA DE INVIERNO, EL SECRETO DE LA NUEVA CAMPAÑA", hablábamos de las maravillosas bondades de la...

Jueves 02 de Febrero de 2023

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En nuestro último post "PODA DE INVIERNO, EL SECRETO DE LA NUEVA CAMPAÑA", hablábamos de las maravillosas bondades de la poda y de lo idílico que puede llegar a ser esta actividad de viñedo para los amantes del campo y de la viticultura.

Sin embargo, como casi todo en la vida, también tiene una parte oscura. Durante estos meses de invierno, la de soportar las gélidas temperaturas del invierno, que hace de esta labor de campo, un momento extremo. Una situación dura para nuestros compañeros de campo que requiere de entrenamiento y capacidad de sufrimiento.

Y es que llevamos varios días en la Ribera del Duero con temperaturas gélidas, bajo cero, durante las madrugadas y parte de las mañanas. Y algunos de vosotros os preguntaréis ...

¿Cómo afecta el frío al viñedo?

Gracias a que estamos en el periodo invernal de "parada vegetativa", las bajas temperaturas constantes, no afectan de forma negativa a la planta. Esta parada supone que la savia deja de circular por la planta y se frena, es el periodo de hibernación de la misma para que pueda descansar y reponerse.

Siempre que las temperaturas no sean inferiores a los -13ºC o -15ªC, podemos confiar que nuestras viñas soportaran perfectamente estos temporales y que es momento de ayudarlas con la poda para su correcto desarrollo vegetativo.

Destacan los viñedos más viejos por ser los que resisten mejor las condiciones climáticas por la profundidad y el grosor de sus raíces.

Otra ventaja es la eliminación o inhibición de forma natural de los restos de hongos, insectos o agentes patógenos que se han quedado en la vid, además de evitar, en el caso de que se realice poda en seco que la planta sangre, es decir, que la savia fluya.

Por último, si llegara a nevar esto supondría un aporte extra hídrico para la planta, ya que la tierra absorbería el agua y podría serle de suministro para más adelante cuando no tenga y lo necesite.

Concluimos con dos ideas: que el frio extremo es muy beneficioso para la viña durante estos meses de invierno. Y que nuestros compañeros no tendrán tarea fácil, al estar en la naturaleza a bajas temperaturas durante horas, pero cada día la viña les regala fotografías espectaculares que compensará el trabajo.

¡Durante unos días seguiremos en el País de Ribernalia!

Un artículo de BODEGAS VEGA DE YUSO
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