Enoturismo en Tenerife: Bodegas Monje, experiencias enogastronómicas

Tras la ruta de "Enoturismo bajo el volcán" sobre la moto me quedo un día más para visitar una de las bodegas pioneras en actividades de enoturismo en la isla de Tenerife. Esta vez aparco la moto y visito Bodegas Monje en El Sauzal perteneciente a la DOP Islas Canarias donde no solo conoceremos qué ofrece esta histórica bodega que inició su andadura a mediados del S XX (1.956), sino que también cómo ha sido su evolución y la opinión en cuanto a la situación del enoturismo en Tenerife de Felipe Monje, actual propietario y sexta generación de una familia que lleva 250 años elaborando vino y con la dilatada experiencia de 26 años en actividades y experiencias con el vino como protagonista.

A Bodegas Monje se la podría considerar como un ejemplo, como modelo de aquello que una bodega debe de ofertar al enoturista. Sus inicios no fueron nada pretenciosos y no muy diferentes a los de cualquier pequeña bodega. Visitas, catas, experiencias entre viñedos y poco más, pero la familia rápidamente supo ver el potencial de este tipo de turismo enfocado al vino. Su oferta fue creciendo a la vez que su bodega, la cual modernizan en 1.983 para recibir a un visitante con ganas de conocer y disfrutar del vino y de experiencias en torno a él. Visitas guiadas, catas, brunch, picnics, gastronomía, arte...etc, o actividades como "La Ley Seca" o "Wine&Sex" son parte de las experiencias que la bodega ha ido incorporando en su oferta al visitante estos últimos años.

Antes de entrevistar a Felipe, visito la bodega. Localizada en un bonito paraje rodeado de viñedos con el Atlántico de fondo, su edificio principal ofrece al visitante unas magníficas vistas desde su restaurante y terraza exterior. La visita arranca en su emblemática e histórica sala de barricas, un lugar donde el tiempo parece detenerse, en el que se respira tradición, historia, en él la familiar elaboraba antaño sus vinos y donde también guarda sus botellas más emblemáticas de estos 66 años de andadura. Monje ha proyectado la bodega verticalmente. Esta profundiza en los suelos volcánicos en busca de las condiciones óptimas de temperatura y humedad que requiere el vino. Bajo por una rampa en espiral para llegar a una planta que aloja la sala de barricas, la más actual, que se presenta iluminada por la claridad natural que facilita su bóveda superior, y donde el arte está presente en sus paredes con varias obras de diferentes artistas isleños que pueden ser adquiridas por los visitantes.

Una nueva bajada nos lleva a una sala para eventos. En ella, además de uso privado para quién quiera alquilarla, se realizan catas, presentaciones, un espectáculo que combina teatro y gastronomía conocido como la "Ley Seca" donde disfrutar de sus vinos y la gastronomía en el ambiente de los "speakeasy" (clubes clandestinos surgidos durante la Ley Seca en EEUU) y su famoso Wine&Sex, una cena/cata que invita a disfrutar del vino a través de la vertiente erótica y gastronómica y que se celebra únicamente 4 veces al año coincidiendo con los cambios estacionales.

Terminada la visita, es momento de disfrutar de la gastronomía y vinos de Bodegas Monje. En la parte superior, por encima de la bodega original, el restaurante ofrece gran variedad de platos tradicionales; pulpo, pescados, quesos canarios, verduras, ternera, y entre ellos varias especialidades de cochino negro, cerdo autóctono canario de gran valor culinario, especialidad y sello de la casa. Platos bien elaborados, con buena calidad y cuidada presentación, que junto a los vinos de Monje hacen del conjunto una experiencia muy placentera.

Para cerrar la vista entrevisto a Felipe Monje para conocer la trayectoria de la bodega, sobre su apuesta por el enoturismo como un valor añadido, sobre sus vinos y del por qué de sus dos líneas de producto, una para el mercado nacional y otra para exportación, y sobre su visión del presente y el futuro del enoturismo en la isla de Tenerife.