Enoturismo bajo el volcán: Tacoronte – Acentejo

Parque Rural de Anaga Última de las zonas que recorreremos en este quinto día de la ruta de "Enoturismo bajo el...

David Manso

Viernes 10 de Junio de 2022

Compártelo

Leído › 3611 veces

Parque Natural de Anaga
Parque Rural de Anaga

Última de las zonas que recorreremos en este quinto día de la ruta de "Enoturismo bajo el volcán" por la isla de Tenerife nos lleva a la D.O. Tacoronte – Acentejo. Partimos de Puerto de la Cruz tras la visita en la anterior etapa al Valle de La Orotava.

Primeramente, y para tener un referente de esta amplia zona de producción vitivinícola visito los viñedos de La Victoria de Acentejo, una zona de gran belleza, de pequeñas parcelas salpicadas de viñedos, y en la que la verticalidad marca el ritmo de quienes la trabajan. Padre Teide, nuevamente vigilante, me recibe despejado, pletórico durante el tiempo que Mari Paz Gil, Gerente de la D.O. Tacoronte – Acentejo, quien localizará esta denominación en el conjunto de la isla con las zonas que comprende, qué la caracteriza, nos hará un repaso de los 30 últimos años con motivo de su aniversario y nos elegirá aquellos vinos que más representen a esta denominación. Su particular elección es una elaboración tradicional de Listán negro.

Tras la visita, toca rutear y disfrutar de la conducción. Para ello visitaremos el Parque Rural de Anaga. De camino, y ya que me pilla en ruta, me acerco para conocer la zona de El Infierno, en Tegueste, ya que tiempo atrás caté varios de sus vinos blancos los cuales me sorprendieron por su intensidad aromática y frescura. Ya de ruta por Anaga, las carreteras discurren a la sombra bajo una frondosa bóveda de árboles, los miradores se suceden mostrando sus abruptos paisajes y donde los caminos transcurren por recónditos lugares de gran belleza natural. Una reserva de la biosfera que el visitante puede recorrer para descubrir la fauna y flora de este rincón del noreste insular.

Tras pasar por Anaga, una veintena de intensos y serpenteantes kilómetros en los que las vistas vuelven a recrearse a cada paso terminan desembocando en la población de San Andrés. Allí visitamos los restos del Castillo de San Andrés, una construcción de principios del S. XVIII (1.706) de carácter defensivo que nos servirá de puerta de entrada para sumergirnos nuevamente en la historia de la isla buscando la relación con el vino. Pero para ello, para enlazarla, continuamos ruta a Santa Cruz de Tenerife, a la Plaza de España, para conocer otra construcción defensiva, el Castillo de San Cristóbal. Estas dos construcciones cobran gran importancia para la defensa de la isla y en ella el vino tiene su parte de protagonismo.

Para conocerla recurriremos a una batalla, viajamos en el tiempo hasta el 25 de julio de 1.797 cuando el Almirante Nelson, atraído por la buena situación geográfica y las rutas comerciales, intentó colonizar la isla, hecho que no logró finalmente, y que tras su derrota por la Milicias Canarias a las órdenes de General Antonio Gutiérrez de Otero y su posterior rendición, el vino cobró un importante papel como un gesto de buena voluntad y entendimiento.

Castillo de San Andrés

Para disfrutar de la parte gastronómica, un buen lugar es la Tasca Silbo Gomero en San Cristóbal de La Laguna donde Braulio Simancas ofrece platos canarios tradicionales con su toque personal. Elaboraciones de autentico producto KM. 0, nada sofisticadas, pero sí elaboradas y directas, y donde también poder degustar vinos de la zona visitada de Tacoronte – Acentejo.

Como cierre a esta ruta no podía faltar la visita a La Casa del Vino de Tenerife, un espacio que recoge varios museos donde conocer más de los productos típicos isleños como las papas canarias, sus mojos, la ternera, la miel, y por su puesto los vinos.

En su tienda se recogen todas las elaboraciones que se producen en las seis denominaciones de Tenerife, unas 800 referencias. También encontramos un espacio con numerosas actividades con el vino como protagonista. Picnic entre viñedos, conciertos maridados con vino, gastronomía,...etc. Allí, su Director Jorge de Miguel, me cuenta más sobre sus orígenes, sus actividades y, siendo también motero, sobre el enoturismo sobre dos ruedas.

Un espacio que aloja varios muesos y donde también se puede disfrutar de la gastronomía y vinos de la isla, bien de una manera más informal en la tasca o más formalmente en su restaurante, ya dispone en su carta de vinos de un total de 36 referencias, de las cuales 27 se sirven por copas, algo esto último que nos permite disfrutar de variedad y diversidad de la isla a través del vino..

Para cerrar el día y descansar dentro de la propia D.O. Tacoronte – Acentejo, disponemos de una bodega única en la isla en ofrecer el alojamiento como oferta de enoturismo. Linaje de Pago es un complejo con 5 habitaciones en el que relajarse, disfrutar de su piscina y el entorno, visitar y catar en su bodega, y como en mi caso, cerrar el día y la ruta sentado en su porche disfrutando de un vino de la zona visitada, de Km. 0, de la D.O. Tacoronte – Acentejo.

David Manso
Licenciado en Marketing y apasionado del vino.
¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 3611 veces