5 vinos que no esperas para acompañar las legumbres de invierno

Ahora que hace bastante frío y que las pistas de esquí están a tope, muchos locales de restauración, así como muchas casas, recurren a las legumbres para darnos esas calorías que tan bien nos van a venir

Javier Campo

Martes 01 de Febrero de 2022

Compártelo

Leído › 7063 veces

Nuestra geografía es rica en muchas y diversas gastronomías. Cuando viene el invierno, aunque suene a Juego de Tronos, un plato de legumbres nos reconforta y da energía para soportar las bajas temperaturas.

Tradicionalmente, se ha asociado el invierno a vinos tintos y, por ende, los vinos que acompañan a las legumbres, también. Pero no solo los tintos funcionan. Que sí. Que van muy bien. Otro tipo de vinos nos puede sorprender y mucho.

1. Olla aranesa con un blanco godello

Que tal si nos desplazamos hasta el Valle de Arán y nos pedimos una Olla Aranesa con su verdura, su carne, su caldito y su legumbre. Algunas versiones con alubias solo y otras, añadiendo además garbanzos. Un plato antiquísimo y que forma parte de la tradición del valle. Vamos a atrevernos a probarla con un blanco godello como el Cantalobos.

2. Fabada asturiana con un blanco chardonnay

Seguimos en el norte y llegamos a Asturias. Sí. Efectivamente. Vamos a hablar de la fabada asturiana. Uno de los platos de legumbres por excelencia dentro y fuera de esa bella tierra. Cuanto sabor y cuanta contundencia. Me gusta mucho tomar fabada con el tinto Graciano de Dehesa de Luna. Pero sin salir de Asturias y sin dejar les fabes, unas con almejas funcionan a la perfección con un blanco chardonnay de Österreich como el Katterstein.

3. Lentejas con chorizo con manzanilla de Sanlúcar

Unas lentejas con chorizo de Ávila o cualquiera de sus versiones de Castilla y León son una delicia y acompañarlo con una manzanilla pasada Pastora se convierte en toda una experiencia. Cierto es que, muchos vinos tintos de Rioja han acompañado a las lentejas. Si tuviese que nombrar uno me quedaría con un tempranillo Grano a Grano de Abel Mendoza.

4. Judías o frijoles con vino espumoso

Unas judías pintas con verduras o unas pochas navarras tienen una textura y un sabor inolvidable. Si te tomas un buen vino espumoso, te sorprenderás de lo bien que encaja. Un Pal·lid de Torelló sorprenderá por su frescura y dejará la boca limpia para el siguiente bocado. Pero ya que hemos hablado de las alubias pintas, sus primos mejicanos, los frijoles con los que se elabora el chili con carne también serán objeto de placer con este Corpinnat.

5. Potaje de garbanzos con garnacha blanca

Acabo, por hoy, con un potaje de garbanzos. De esos que llevan huevo y espinacas, o su versión de cuaresma con bacalao, y que como suele decirse, resucita a un muerto. Me dejo llevar por el sentimiento y me voy hasta la Terra Alta con un Mareta Meua de garnacha blanca pasada por ánfora. Para llorar de placer.

Javier Campo
Sumiller y escritor de vinos
¿Te gustó el artículo? Compártelo

Leído › 7063 veces