Vinos del desierto en Sudamérica

En Chile y Argentina los terruños más áridos y extremos demuestran que la vid no solo se adapta a la perfección a distintos lugares sino que tiene la versatilidad de ofrecer vinos únicos

Mariana Gil Juncal

Viernes 19 de Febrero de 2021

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Viñedos de Bodega del Desierto en La Pampa

¿Vinos en La Pampa? Ésa era la pregunta que se hacían en Bodega del Desierto hace 20 años atrás cuando empezaron a trabajar sobre el potencial inexplorado que había en el suelo de la región del Alto Valle del Río Colorado, en el extremo norte de la Patagonia.

No sólo pioneros en la provincia -de hecho actualmente sigue siendo la única bodega del lugar- sino que también osados. Ya que ¿quién se atrevería a apostar en la Argentina, en 2001, por una nueva región poniendo el énfasis en una variedad como el Cabernet Franc? Y dejando para una segunda instancia de plantación de vides, a la reina de las tintas argentinas, la Malbec.

"El terruño pampeano resulta ideal para el desarrollo del Cabernet Franc por sus condiciones de clima y suelo, resumidas en la gran sanidad ambiental -sequedad extrema y total ausencia de contaminación-, el viento constante -que incrementa el grosor de los hollejos- y la notoria amplitud térmica, que favorece una madurez lenta y prolija", explica a la perfección Sebastián Cavagnaro, enólogo de la bodega, que trabaja con la mentoría del gran Paul Hobbs, y agrega que más allá de recomendar toda la línea de Cabernet Franc, su Pinot Noir merece aplausos de pie ya que "nace como el fruto de un arduo y solitario trabajo, con el resto de los varietales por eso creo de corazón que todos los varietales merecen ser descubiertos por quien no nos conoce".

Vista nocturan del viñedo de Bodega del Desierto

Para los que quieran descubrir la bodega con la novedad más reciente, Desierto Astral, conjuga la singularidad del terruño pampeano con la energía del cielo patagónico. Actualmente tienen tres blends (muy pronto irán llegando el resto de los signos): Aroma Blend de Tauro compuesto por Cabernet Franc, Chardonnay y Sauvignon Blanc, que se destaca por su profundidad aromática capaz de resaltar la sensualidad y el estímulo de los sentidos; Equilibrio Blend de Libra compuesto por Cabernet Franc, Malbec y Merlot, con un extraordinario balance destinado a enfatizar la belleza, el amor y la integración; y Potencia Blend de Escorpio compuesto por Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon y Syrah, que muestra una formidable estructura que manifiesta energía, intensidad y constante transformación.

Gama de vinos Desierto Astral

Todos estos vinos nacen en un lugar donde el suelo es arenoso, profundo y con un contenido variable de piedras. Y claro que en medio del desierto el agua llega gracias al sistema de riego por goteo ya que la precipitación anual tiene un promedio de 180 mm. Otra característica distintiva de este extremo patagónico es que las viñas se encuentran a una altura relativamente baja para la Argentina (a unos 330 metros sobre el nivel del mar), ya que en el norte del país se encuentran algunas de las viñas más altas del mundo, de hecho Jujuy ostenta tener el segundo viñedo más alto del mundo a 3.329 metros sobre el nivel del mar. Esta altitud y latitud patagónica bautizan a las uvas con un clima continental, árido, oscilando de moderado a frío y que en la región del Alto Valle del Río Colorado la temperatura promedio durante el ciclo vegetativo es de 26°C, con una amplitud térmica que ronda los 18°C. En medio de esa árida postal, que se encuentra en el frente de muchas de las etiquetas de la bodega, ¿cuál es desafío más grande de elaborar vinos literalmente en el medio del desierto? "Es encontrar en el viñedo el equilibrio del desarrollo de la canopia y, respecto a la elaboración, el manejo de los taninos".

Por otro lado, el cambio climático afecta a todos no importa donde estemos. Y allí, en el extremo norte de la Patagonia Cavagnaro subraya que actualmente ya está trabajando en los efectos que se van presentando. Por ejemplo, en el viñedo están haciendo distintas prácticas culturales que permitan que la madurez de las uvas se haga más lenta. Lo que les permite tener un equilibrio entre la fruta, el azúcar y la acidez. "Ergo, la amplitud térmica que vivimos es lo que nos hace ser, nos enseña a ser y nos da vinos únicos" enfatiza el enólogo y va más allá: "considero que nuestro posicionamiento geográfico es el futuro de la viticultura, ya sea por el calentamiento global  o como por no depender de la disponibilidad de agua de la región".

¿Cómo influye el terruño en sus vinos? "Cada vez que los probamos podemos notar esos matices que dan origen al carácter de las uvas: un suelo árido y aluvial, rico en minerales que, junto con la combinación poderosa e interminable de sol y viento, nos permite poner en la botella un producto nuevo, singular y diferente", define orgullosamente su hacedor, quien resume que los vinos del lugar son vinos de mucho color, complejos, maduros y de mucha tipicidad. Tipicidad marcada por la complejidad y el carácter superior de los vinos nacidos en ese sueño hecho realidad que es elaborar vinos en plena pampa.

Al rescate de una uva ancestral en el desierto más árido del mundo

A unos 97 km de la ciudad de Iquique, a unos 1.000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la Estación Experimental Canchones de la Universidad Arturo Prat (UNAP), lugar donde se planta la única cepa 100% chilena, conocida como Tamarugal y que da vida al vino del desierto de Atacama, en la región de Tarapacá.

Viñedos chilenos en la Estación Experimental de Canchones

Todo comenzó en 2003, con el rescate de material vegetal, procedente de plantas antiguas de más de 100 años que quedaron olvidadas en el tiempo y que sobrevivieron a las condiciones de desierto absoluto, caracterizado por suelos salinos e inviernos con altas temperaturas diarias. Un año después, se estableció con este material un pequeño jardín de variedades (de unos 2.000 m2) en la Estación Experimental de Canchones de la Universidad Arturo Prat, donde comenzaron las evaluaciones agronómicas y análisis moleculares, para determinar si correspondían a una variedad conocida. En ese momento solo se logró identificar la cepa País, antigua variedad de uva introducida por los españoles y posteriormente, el ADN de otros genotipos se envió al Instituto Madrileño de Investigación de Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDRA), donde se identificaron dos cepas: la Gros Colman, de origen de Georgia de la antigua Unión Soviética, y la Ahmeur bou Ahmeur, de origen argelino.

Vino del desierto chileno de la Estación Experimental de Canchones de la Universidad Arturo Prat

Pero tras tantas idas y vueltas, habían quedado otros dos genotipos sin identificar, que posteriormente se enviaron al  Instituto de investigación Agronómica de Francia, donde se descubrieron que uno de ellos era  la Torrontés Riojano, de origen argentino. Pero todavía un genotipo que había quedado sin identificar, aún después de haberlo contrastado con aproximadamente unos 7.000 genotipos. Con estos antecedentes se procedió al proceso de registro de la variedad, ante el Servicio Agrícola y Ganadero de Santiago, quienes en julio del 2016, finalmente dieron nombre y apellido al hasta ese momento genotipo NN. Esta misteriosa cepa era la Tamarugal, la primera uva vinífera chilena, originaria de la región de Tarapacá, emplazada en el desierto más árido del mundo. Dos años después, el vino elaborado con esta ancestral variedad recibió medalla de oro en el concurso internacional Catad´Or Wine Awards.

"Son vinos con identidad regional, que se producen con cepas patrimoniales, vestigio de la historia vitivinícola de la zona. Presentan rastros de un terroir único, ubicado en una zona de salar, con temperaturas altas diurnas durante todo el año y alta radiación solar; lo que les confiere a los vinos características organolépticas distintivas, siendo una de las más notorias, las notas salinas en boca" describe Ingrid Poblete, investigadora del proyecto, quien agrega que el desafío de elaborar vinos en el desiertos más árido del mundo e sutilizar adecuadamente las estrategias de cultivo, que permitan a las plantas aprovechar su adaptabilidad a las condiciones ambientales y de salinidad del suelo. Además, de aprovechar eficiente y eficazmente el agua, mediante los sistemas de riego tecnificado y las técnicas adaptadas a condiciones de desierto, para lograr obtener fruta de alta calidad para elaborar vinos de alta gama.

Mariana Gil Juncal
Licenciada en comunicación social, periodista y sumiller.
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