5 curiosidades sobre las uvas de Nochevieja

Posiblemente la mejor campaña de marketing de todos los tiempos

Vilma

Jueves 05 de Diciembre de 2019

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Las doce uvas que se comen durante las campanadas de Nochevieja reciben el nombre de uvas de la suerte. Es una tradición española, y por extensión de algunos países hispanoamericanos, que se remonta al siglo XIX o principios del XX, según diferentes teorías.

Que las uvas de Nochevieja que se coman sean doce puede tener dos explicaciones: que sea por los doce meses con los que cuenta un año, o por las doce campanadas que suenan en la última hora del año. Posiblemente sea una mezcla de ambas. Lo cierto es que se cree que ingerir uvas en Nochevieja trae buena suerte para el resto del año.

Por qué se comen las uvas en Nochevieja

Son dos las teorías existentes sobre el origen de tomar uvas en Nochevieja.

La primera hay que buscarla en la década de los 80 del siglo XIX, cuando la prensa de la época se hace eco por primera vez de la costumbre de beber vino espumoso y de comer uvas en Nochevieja como una moda entre la burguesía española, especialmente la madrileña, a imitación de la que llevaba ya años entre los burgueses de Francia.

La segunda habla de la que se trataría, de ser cierta, la mejor campaña de marketing de todos los tiempos. Tendría su origen en el Alicante de 1909, cuando los productores de la uva Aledo, típica de la zona, tuvieron una cosecha tan excelsa que se vieron al final del año con un ingente excedente. Tras barajar diversas posibilidades sobre cómo sacar rentabilidad a todas aquellas uvas sobrantes, llegaron a la conclusión de que no había mejor forma que realizar una campaña publicitaria en prensa anunciando que las uvas traerían buena suerte a quien las tomara al ritmo de las doce campanadas para recibir el Año Nuevo. Entre esto y el bajo precio al que se pusieron las uvas por el exceso de oferta, dio comienzo una tradición que dura hasta nuestros días.

Dónde se cultivan y de qué tipo son las uvas de Nochevieja

Uvas embolsadas de Vinalopó

Una buena parte de la producción de uva de invierno en España se da en el sudeste, en la zona del Levante. Solo en Murcia se producen la mitad de todas las uvas de toda la península ibérica, extrayendo más de 160.000 toneladas de sus casi 6.500 hectáreas de cultivo. Las más numerosas son las Apirenas, sin semilla, frente a las que sí tienen pepitas, como la Napoleón o la Dominga.

La ya mencionada uva Aledo, del alicantino valle de Vinalopó, cuyo excedente bien pudo iniciar este negocio, es la más popular de todas las que se utilizan para recibir el nuevo año. La principal característica de esta uva es su embolsado, que consigue retrasar su maduración. Los viñedos de la comarca llegan a producir hasta 40 millones de kilos de uvas al año.

Países que toman las uvas en Nochevieja

La tradición de tomar uvas en Nochevieja pasó de España a otros países, como muchos de América Latina, por su cercanía cultural y vínculos familiares, y Portugal, por su cercanía geográfica.

En Hispanoamérica, al no ser temporada alta de uva el mes de diciembre, son uvas pasas con las que celebran la salida y entrada de año. Los países que mantienen esta tradición son Costa Rica, Nicaragua, Puerto Rico, Colombia, Perú, El Salvador, Ecuador, Bolivia, Venezuela y México.

Problemas al comer las uvas en Nochevieja

Es tal la tradición que, ante los problemas de muchas personas para comer una uva al ritmo de cada campanada, hace ya algunos años se decidió que el reloj de la Puerta del Sol, el que siguen la mayor parte de españoles durante la última noche del año, aumentara el tiempo entre campanada y campanada para evitar atragantamientos. Incluso desde principios del siglo XXI varias casas comerciales comenzaron a vender en esa fecha botes de doce uvas sin pepitas y peladas, para evitar disgustos. Y con mucho éxito.

Tendencias en la presentación de las uvas de Nochevieja

Los tiempos avanzan rápido y las tradiciones, aún manteniéndose, se van modernizando. Lejos quedan ya los tiempos en que las uvas de Nochevieja se presentaban en un platito de postre, o simplemente se ponían sobre la mesa, con el riesgo de que alguna rodara por el suelo en el momento más inoportuno y nos dejara sin buena suerte para el resto del año. Las formas creativas de presentar esta fruta en el momento de las campanadas son infinitas, aunque son tres las que están marcando tendencia en los últimos tiempos:

  • En forma de brocheta: clavando las doce uvas en un palo, y rematando la punta con un lacito de adorno. Puedes colocarlas dentro de un jarrón de cristal de cuello largo, para que tus invitados los vayan cogiendo de uno en uno.
  • Ramillete con palos de chupa chups: clavando cada una de las uvas en un palo y atándolos finalmente por su base, con lo que creará un efecto precioso.
  • En cestitas de mimbre: son muy baratas y quedan fenomenal sobre la mesa. Incluso en algunos establecimientos ya se venden con esta presentación.

Las uvas de Nochevieja no son la única tradición de esa noche mágica, aunque sí la más arraigada. Otras son comenzar el año con ropa interior de color rojo, brindar con cava o champán, cenar opíparamente y comer turrón como si no hubiera un mañana. Pero la mejor tradición es, sin duda, pasarlo a lo grande con los seres queridos. ¡Feliz Año Nuevo!... y que no se te atragante (la uva).

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