Asturias el paraíso de las variedades autóctonas

Un recorrido por la DOP Cangas nos muestra su viticultura heroica, la variedad de sus vinos y una clara apuesta por las variedades autóctonas

David Manso

Miércoles 08 de Mayo de 2019

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Viajamos a la parte más suroccidental del Principado de Asturias, un largo valle por el que libremente corre el Narcea antepone los parajes de esta denominación. Una región tradicionalmente viticultora parte de esa "España Verde" que recorre la cornisa Cantábrica. Una zona de tradición minera, montañosa, de gentes curtidas por el duro trabajo, un bello emplazamiento donde la tan extendida sidra no ha llegado a calar entre sus pobladores. Cangas ha sido, es y será, tierra de vinos.

UN POCO DE HISTORIA...

La tradición por la viticultura de la zona viene de lejos. La llegada de los romanos y su expansión por la península no escapa a esta región occidental asturiana. Sobre la elaboración de vino existen referencias escritas sobre la viticultura en la zona del S. IX, tiempos en los que de una manera tradicional, el cultivo de la vid se agrupaba en pequeños minifundios para el consumo en el hogar. Siglos después con la llegada de los monjes benedictinos, y con la fundación del Monasterio de Corias en el año 1043, el viñedo sufre una importante expansión. Desde esa llegada monacal en la que la extensión del viñedo llegó a contar con 1.500 ha., una amplia etapa de diez siglos posteriores, la viticultura de la zona va sufriendo diferentes épocas de mayor o menor esplendor hasta el año 2.008, fecha en la que  tras una se reconoce a los vinos de la zona como denominación: "Vino de Calidad de Cangas". Un salto cualitativo no exento de esfuerzo, de recuperación de viñedo, que reconoce la calidad de los vinos elaborados.

Actualmente, la ya DOP Cangas (2014), cuenta con 6 bodegas adscritas a las que en breve se le sumará dos más. Con una superficie total de viñedo de 70 ha. (41 ha. dentro de la DOP) que se reparten entre las poblaciones de: Allande, Cangas del Narcea, Degaña, Grandas de Salime, Ibias, Illano, Pesoz y algunas zonas que pertenecen al término municipal de Tineo. Toda esta superficie y su particular orografía otorgan a la DOP Cangas, junto a Ribeira Sacra y Priorat, valedora del título de Viticultura de Montaña, también conocida como "Viticultura Heroica".

EL VIÑEDO...

Recorriendo la carretera que sube al margen derecho del río Narcea, adentrándose en el desfiladero, uno puede observar desde la distancia las parcelas de viñedos que se unen al paisaje entre bosques y verdes prados. Su extensión de viñedo con una altitud media de 500 m se asienta sobre duros terrenos de pizarra y esquisto, y se divide en dos tipos bien diferenciados fundamentalmente.

Por un lado las parcelas de viñedo antiguo, en las que las variedades plantadas no guardan un orden establecido, mezclándose estas variedades en pronunciadas pendientes que en ocasiones llegan a alcanzar los 70º de inclinación. Y de otra parte, las nuevas plantaciones en bancales guardan una estética escalonada, a la vez que un orden establecido por variedades. Esto último facilita los trabajos anuales, la introducción de pequeña maquinaria para apoyar la atención que el viñedo requiere, y facilitar el transporte de la vendimia, la cual es enteramente manual por exigencias del terreno con unos rendimientos medios por ha. que rondan los 3.500 kg.

EL CLIMA...

Esta zona montañosa se caracteriza por tener el clima más cálido y soleado del Principado. Corrientes con un alto índice de humedad suben del mar Cantábrico y vientos fríos bajan de la Cordillera Cantábrica confluyendo en la zona produciendo un efecto térmico regulador, donde las temperaturas son frescas durante todo el año y propician altas precipitaciones. Los inviernos no exentos de nevadas ayudan a mantener sanos su viñedos. Esta serie de factores hacen que la DOP Cangas tenga un microclima muy favorable para el cultivo de la vid.

LA APUESTA POR LAS VARIEDADES AUTÓCTONAS...

Si algo caracteriza a la denominación es la clara apuesta por sus variedades autóctonas. En una época en la que las diferentes zonas de producción de España están en la labor de recuperar esta filosofía, la DOP Cangas tiene la labor ya encaminada. Variedades bien adaptadas al medio como Albarín Blanco, Albarín Negro, Carrasquín y Verdejo Negro, a las que se les unen otras como Albillo, Moscatel en blancas y Mencía en tintas como apoyo en sus elaboraciones a las cuatro variedades principales.

LOS VINOS...

Varias catas tanto en blancos como en tintos en las diferentes bodegas visitadas como Monasterio de Corias o Vidas, me descubren que la tradición en la elaboración marca la pauta de los vinos con DOP Cangas. Unos vinos de capa media que sorprenden por su transparencia, limpieza, su intensidad aromática, y el equilibrio entre alcohol y acidez. Una marcada acidez que permite su guarda y la correcta evolución en botella. Las elaboraciones en barrica aportan complejidad y armonía, pero es la acidez la que marca los tiempos. Los jóvenes la agradecen, su mejora es notable. Vinos arrancados a la montaña que les confiere un punto mineral, a la vez que les hace fáciles de beber, y las características organolépticas de la zona son transmitidas en sus diferentes elaboraciones. Vinos diferentes, sorprendentes.

Conclusiones....

Una visita muy recomendable por la singularidad de sus paisajes, la belleza del entorno, el encanto que tiene la denominación más pequeña de nuestro actual panorama vinícola, sus viñedos apostados entre verdes montañas colgados en laderas de vértigo, a sus acogedores habitantes. Todo ello, junto a sus vinos, acompañado con la buena gastronomía de la zona (Pote de Berza o Asturiano, Ternera de Cangas o un buen Chosco), hace de la experiencia un conjunto armónico muy recomendable. Conocemos más Asturias por la sidra, pero en Asturias también hay autenticidad y tradición en sus vinos. Los Vinos con DOP Cangas.

David Manso
Licenciado en Marketing y apasionado del vino.
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