El consumo moderado de vino tinto es seguro en pacientes con diabetes tipo 2

Un estudio científico independiente sobre los efectos en la salud del vino revela beneficios potenciales para los abstemios que comienzan a beber moderadamente vino tinto

Viernes 01 de Febrero de 2019

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Aunque numerosos estudios han demostrado los beneficios para la salud del consumo moderado de vino, la mayoría de los investigadores advierte que ello no es suficiente motivo para que alguien que no bebe comience a hacerlo por motivos de salud. De hecho la recomendación general de los científicos suele ser preventiva advirtiendo que los beneficios para la salud del vino en un estudio en particular, no garantiza que los no bebedores o abstemios deban comenzar a disfrutar de una copa al día para mejorar su salud. Sin embargo, esto podría cambiar a partir de ahora.

Una rigurosa investigación realizada recientemente sobre el vino y la diabetes tipo 2 ha revelado algo sorprendente: que las personas con la enfermedad podrían experimentar beneficios si cambian de la abstención al consumo moderado de vino. Y para demostrarlo, un equipo de investigadores de la Universidad de Israel Ben-Gurion del Negev han aportado pruebas que respaldan la afirmación.

El documento, publicado en el European Journal of Clinical Nutrition, una de las más importantes del sector de la nutrición, es un resumen de los resultados del proyecto CASCADE (Cardiovascular Diabetes and Ethanol), en el que 224 participantes con diabetes tipo 2 que previamente se abstuvieron de consumir alcohol, se dividieron en tres grupos y recibieron instrucciones de beber cada uno de ellos una copa de vino tinto, vino blanco o agua cada día, y siguer en todos los casos una dieta mediterránea.

"Aunque varios estudios previos demostraron beneficios protectores para la salud relacionados con el consumo moderado de vino y enfermedades cardiovascular, aterosclerosis, hipertensión, ciertos tipos de cáncer, diabetes tipo 2, trastornos neurológicos y síndrome metabólico, no existen recomendaciones concluyentes sobre el consumo moderado de vino", afirman los autores. "En este estudio afirmamos que iniciar un consumo moderado de vino entre personas bien controladas con diabetes tipo 2 es aparentemente seguro".

Los investigadores señalan dos estudios clave que ilustran esta conclusión. Un estudio previo que revela que se demostró que el vino retarda la progresión de la aterosclerosis en los diabéticos. El segundo estudio se centró en la variabilidad de la frecuencia cardíaca (VFC), o la variación en el intervalo de tiempo entre los latidos cardíacos. (La mala VFC es común en los diabéticos tipo 2 y es un predictor de enfermedad cardiovascular y mortalidad general).

Para determinar si el consumo regular y moderado de vino tuvo un efecto sobre el VFC en los diabéticos tipo 2, los investigadores seleccionaron a 45 de los participantes del ensayo (22 de los cuales fueron asignados a beber vino tinto y 23 de los cuales fueron asignados a beber agua) para participar en 24 pruebas de electrocardiograma de cuatro horas, tanto al comienzo del ensayo como después de dos años de consumo. No encontraron cambios significativos en ninguno de los participantes, lo que significa que si bien los abstemios que comenzaron a beber vino tinto no tuvieron un impacto a largo plazo en la VFC, tampoco hubo ningún peligro aparente con respecto a los abstemios consumidores de agua. Este descubrimiento, unido a los hallazgos de aterosclerosis, sugiere a juicio de los investigadores que el vino tinto tomado con moderación es una opción segura y saludable para este tipo de pacientes.

LAS MUJERES, UN BENEFICIO EXTRA

El estudio también encontró diferencias entre hombres y mujeres: las mujeres que bebían vino tinto tenían un aumento significativo de los niveles de HDL (el "colesterol bueno") en comparación con las mujeres que bebían vino blanco o agua. Sin embargo los grupos de hombres que bebían vino tinto no tuvieron tales diferencias en estos niveles.

Los investigadores señalan que este hallazgo, junto con otros efectos diferenciales en el consumo entre hombres y mujeres, debe tenerse en cuenta al pensar en la bebida y su salud.

Este estudio no ha sido financiado por el sector bodeguero, vinícola ni la industria de bebidas con graduación. El estudio se financió con fondos de la Mediterranean Diet Foundation, una organización sin fines de lucro con sede en Barcelona que promueve la investigación sobre la dieta mediterránea, de la cual el consumo moderado de vino es una parte tradicional. Los investigadores han declarado que no existe ningún conflicto de intereses con respecto a este estudio.

Cualquier estudio sobre el vino y la salud no reemplaza el consejo médico de un profesional. Las personas, independientemente de si tienen diabetes o cualquier otra enfermedad, deben consultar con su médico antes de tomar decisiones sobre el consumo de alcohol por su salud.

Fuente: Effect of wine on carotid atherosclerosis in type 2 diabetes: a 2-year randomized controlled trial https://www.nature.com/articles/s41430-018-0091-4 

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