Sábado 12 de Marzo de 2011
Leído › 1943 veces

Los garbanzos, remojados del día anterior en agua caliente
con sal, se ponen a cocer, cuando hierva el agua,
con la zanahoria, la cebolla, el laurel y un chorrito de
aceite. Los cocemos con mimo y a fuego lento hasta
que estén tiernos. En los últimos cinco minutos de la
cocción añadimos el bacalao y las espinacas para que
se escalden lo justo y mantengan su tersura pero aporten
su sabor. Así mismo añadimos las briznas de azafrán
y con el resto del aceite, el ajo y el pimentón hacemos
un sofrito y se lo añadimos al conjunto. Rectificar
el razonamiento si fuera necesario.
La cebolla y la zanahoria se pueden triturar o pasar por
un cedazo para añadírselo al potaje consiguiendo una
ligazón más natural sin harinas, a la vez que enriquecemos
el sabor y la textura.
Servir en plato hondo o sopera, los garbanzos abajo, el
bacalao encima con las espinacas, adornar si se desea
con huevo cocido picado y unos costrones de pan frito.
Leído › 1943 veces