Viernes 14 de Noviembre de 2025
La Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) ha publicado este viernes sus primeras estimaciones sobre la producción mundial de vino para 2025. Según los datos iniciales, la producción se situará entre 228 y 235 millones de hectolitros, con una previsión media de 232 millones. Esta cifra supone un aumento del 3% respecto a la cosecha baja registrada en 2024, aunque sigue siendo un 7% inferior a la media de los últimos cinco años.
En el hemisferio sur, donde la vendimia concluye durante el primer semestre, las previsiones apuntan a una ligera recuperación tras tres años consecutivos de descensos. Se espera que la producción total alcance los 49 millones de hectolitros, lo que representa un incremento del 7% respecto a 2024. Sin embargo, este volumen todavía se sitúa un 5% por debajo de la media quinquenal. La OIV atribuye esta situación a fenómenos climáticos adversos, como olas de calor, sequías y lluvias irregulares que han afectado a varias zonas productoras importantes.
El comportamiento por países es desigual. Algunos muestran señales de recuperación, mientras que otros continúan con rendimientos bajos. En conjunto, el hemisferio sur representará en 2025 cerca del 21% de la producción mundial de vino, una proporción similar a la registrada en la última década.
Australia figura como el principal productor del hemisferio sur para este año, con una estimación de 11,6 millones de hectolitros. Este dato supone un aumento del 11% respecto al año anterior, aunque todavía es un 2% menor que la media de los últimos cinco años. Por su parte, Nueva Zelanda prevé alcanzar los 3,7 millones de hectolitros, lo que implica un crecimiento del 32% respecto a 2024 y un 15% por encima de su media quinquenal. El repunte en Nueva Zelanda se produce tras una campaña complicada en 2024, cuando las heladas primaverales durante la floración redujeron los rendimientos. Por este motivo, la vendimia de este año se perfila como la segunda mayor registrada en el país.
La OIV señala que estos datos son provisionales y podrían ajustarse en los próximos meses conforme avance el año y se disponga de información más precisa sobre las cosechas en ambos hemisferios.