Inmaculada Peña
Viernes 22 de Agosto de 2025
La vendimia no es solo el inicio de un nuevo ciclo en el viñedo. En Jerez, cada septiembre, es también un motivo de celebración, identidad y proyección de futuro. Las Fiestas de la Vendimia 2025 llegan con un programa amplio y diverso, pero lo verdaderamente importante es lo que simbolizan: la unión entre el vino y la ciudad, entre su tradición milenaria y la necesidad de seguir contándose al mundo.
La Pisa de la Uva en la Catedral es, un año más, el acto que condensa toda esa carga simbólica. No se trata de una recreación pintoresca, sino de un ritual que recuerda que el vino de Jerez ha nacido siempre del esfuerzo colectivo, del trabajo en la viña y de la cultura transmitida de generación en generación. Ver cómo se extrae el primer mosto, acompañado por cante flamenco, es asistir a un relato vivo sobre lo que significa este territorio.
Más allá de ese gesto fundacional, el programa de este año acierta en algo fundamental: equilibrar lo festivo con lo formativo, lo lúdico con lo cultural. La música popular tendrá su espacio en la Plaza Belén con el ciclo Versión en Rama, y el Rockin' Sherry traerá rock and roll y nombres históricos como Los Sirex. Pero al mismo tiempo, se refuerza la dimensión cultural con el I Certamen Internacional de Pintura Ciudad de Jerez, exposiciones vinculadas al hermanamiento con Haro y rutas que enlazan patrimonio y vino. Se entiende así que el Jerez no es solo un vino, sino también un motor de creatividad y de cultura.
En el terreno enoturístico, pocas ciudades logran condensar una oferta tan completa. Catas magistrales en el Alcázar, la muestra De Copa en Copa, el Desafío de Cata a Ciegas, los Brandy de Jerez Mixing Days y las jornadas Entre Vinos conforman un itinerario que no solo acerca al visitante a la variedad del Marco, sino que lo invita a experimentar el vino desde múltiples ángulos: como producto gastronómico, como patrimonio, como experiencia sensorial. Que las bodegas acompañen con programas especiales —desde cenas maridadas a talleres de joyería o bailes entre viñedos— confirma que Jerez ha entendido que el vino también se disfruta como vivencia compartida.
No menos relevante es el espacio reservado a los niños. Los talleres de venencia, cuentacuentos y pisa de la uva infantil cumplen una función esencial: asegurar que las nuevas generaciones crezcan con el vino no como consumo, sino como cultura. El futuro del Jerez depende tanto de quienes lo elaboran como de quienes lo valoran, y estas actividades son semillas plantadas en el tiempo.
El hermanamiento con Haro aporta además una dimensión de cooperación entre territorios vitivinícolas. Que dos ciudades con tanta historia en torno al vino compartan catas, encuentros y exposiciones habla de la necesidad de unir fuerzas para dar visibilidad a lo que nos une: la vid, el vino y la cultura que nace a su alrededor.
Y, como siempre, el caballo y el flamenco estarán presentes, porque Jerez no puede explicarse sin ellos. Las galas ecuestres y las actuaciones flamencas son parte inseparable de la identidad local, y en el contexto de la vendimia adquieren un sentido especial: son expresiones artísticas que dialogan con el vino y que completan la experiencia del visitante.
Al recorrer el programa completo, uno tiene la sensación de que las Fiestas de la Vendimia son algo más que una agenda de eventos. Son un relato colectivo, una manera de mostrar al mundo lo que significa ser jerezano y vivir en un territorio que ha hecho del vino su emblema. Cada cata, cada ruta patrimonial, cada concierto y cada acto simbólico construyen un escaparate donde el vino de Jerez se muestra no solo como producto, sino como cultura, historia y futuro.
En tiempos en que el turismo busca autenticidad, pocas propuestas resultan tan honestas como estas fiestas. Jerez se celebra a sí misma, y lo hace invitando al visitante a participar. La Vendimia 2025 confirma que el vino de Jerez no se entiende únicamente en la copa, sino en la ciudad que lo acoge, en su gente y en su forma de compartirlo. Y esa, al fin y al cabo, es la mejor promoción que un vino puede tener.