Javier Bruk Ferretti
Miércoles 05 de Julio de 2023
Mayor control sobre el proceso de ventas: Al vender directamente desde la bodega se llega potencialmente a más clientes.
Relación directa con los clientes: Al interactuar directamente con los clientes, se puede establecer relaciones más cercanas y personalizadas, lo que puede generar fidelidad y confianza en los vinos. Posibilidad de ofrecer vinos exclusivos de pequeña producción, vinos únicamente para el canal online y más posibilidades de conocer al consumidor final.
Evitar intermediarios: Al evitar intermediarios, como distribuidores o vinotecas, se pueden obtener mayores márgenes. Creo que nunca hay que eliminar al resto de intermediarios y el canal directo tiene que ser uno más y cuidando muy bien el precio para no destruir el resto de los canales de venta.
Mayor conocimiento del mercado: Al estar en contacto directo con los clientes, se puede obtener información valiosa sobre sus preferencias, necesidades y opiniones, lo cual permite adaptar y mejorar los vinos.
Competencia con canales de distribución establecidos: la venta directa desde la bodega entra en competencia con canales de distribución establecidos, como supermercados o vinotecas, se pueden generar resistencia o incluso represalias por parte de estos actores.
Logística: Preparar pedidos pequeños y realizar el seguimiento demanda recursos que no se deben subestimar, generando una mayor carga operativa: Al asumir la responsabilidad de la venta directa, también se debe considerar aspectos como el seguimiento de los pedidos, comunicación con los clientes, logística de envío y control bancario de importes más pequeños de los habituales.
Costes adicionales: La venta directa desde la bodega puede requerir inversiones adicionales en infraestructura, personal, promoción y otros aspectos, lo cual implica costos adicionales que se deben considerar en tu modelo de negocio. No es simplemente cambiar la web y listo.
En resumen, la venta directa desde la bodega puede ser una oportunidad para fortalecer la relación con los clientes, complementar la visita de enoturismo, llegar a clientes en zonas donde no hay distribución tradicional o minoristas, obtener mayores márgenes de beneficio y obtener información valiosa del mercado. Sin embargo, también implica desafíos en términos de competencia, logística y costos adicionales. Es importante evaluar cuidadosamente los pros y los contras, considerando el contexto específico de cada bodega, para determinar si es una estrategia viable.