Torivín se lanza a la conquista del público joven con sus vinos naturales y desenfadados

Carmen Fernández

Martes 07 de Enero de 2014

Los ocho vinos de esta gama, fiel reflejo del buen hacer de los vinos extremeños, representan la apuesta de Bodegas Toribio por la diferenciación

Vinos de corte moderno, muy equilibrados y naturales, con los que se busca el acercamiento de forma desenfadada y divertida el mundo del vino por parte del público que se inicia en el consumo de esta bebida. Este es el objetivo que Fernando Toribio persigue con una de sus últimas creaciones, la gama de vinos Torivín, que está a punto de cumplir su primer año de vida. En la difícil coyuntura económica y de sector como la actual, es especialmente loable la actitud de este bodeguero y enólogo, responsable del desarrollo de esta gama de vinos, entre otras muchas de las creaciones a lo largo de más de 30 años de trabajo en el sector.

De esta experiencia acumulada y de la visión necesaria para apostar por vinos que encuentren su nicho en el mercado nace esta apuesta por una gama compuesta por ocho vinos: Torivin tinto y blanco joven; tinto joven ecológico, Natura; 4x4 tinto roble, un vino "todoterreno"; un crianza, ADN, con 12 meses en barrica y tres semidulces, tinto, blanco y rosado, bajo el nombre del Swing. Todos ellos, cada uno en su estilo, son un fiel reflejo de la elaboración de la que provienen y en sus etiquetas encontramos los diferentes personajes que componen la familia Torivin.

"Hemos querido hacer una gama de vinos muy diferente a lo que hay en el mercado, dirigida a ese publico que empieza a interesarse por los vinos y que no tiene prejuicios a la hora de elegir algo diferente. Utilizamos a nuestros personajes para contar cosas sobre todo lo que rodea al mundo del vino en nuestra zona y damos la oportunidad a los consumidores de interaccionar con nosotros", explica Fernando Toribio, que asegura que las etiquetas del vino han conseguido llamar la atención, suscitar una sonrisa y la curiosidad de este tipo de consumidor, que se pregunta qué tipo de vino hay en su interior.

Diferenciación a través de una historia

Para completar esta "llamada de atención", Torivín, el torito bodeguero se ha apoyado, además en una imagen de viñeta de cómic, muy centrada en el desarrollo de las historias de sus personajes, que se difunden a través de internet y, sobre todo, de las redes sociales, que es obviamente donde se encuentra este público potencial que está buscando la bodega. "Una gama como Torivin tiene que estar necesariamente representada en las redes sociales, buscamos interacción y nuestro objetivo es tener cada vez mas presencia en este canal, iremos buscando las acciones mas interesantes para estar bien representados", asegura el responsable de estos vinos que es consciente del difícil panorama actual. "Actualmente hay mucha competencia en el sector del vino, nosotros tratamos de diferenciarnos para encontrar huecos. Creo que el futuro de nuestra bodega está en crecer en todos los mercados".

Una apuesta por imagen y por un canal que no ha significado descuidar en ningún momento el producto. Porque lo que hay detrás de Torivín es, además, un vino bien elaborado, con el cariño y el respecto que se le deben a unas viñas que Bodegas Toribio cuida con esmero: "esto es fundamental para tener una buena materia prima. Una vez en la bodega es fácil llevar a cabo las elaboraciones siguiendo nuestros protocolos de trabajo. La experiencia de muchos años elaborando vino nos da seguridad en lo que hacemos". "Tenemos la gran fortuna de elaborar estos vinos en la comarca de Matanegra, enclavada en la Ribera del Guadiana, una comarca con gran tradición vitivinícola cuyas condiciones climatológicas y de terroir la han convertido en una zona ideal para el cultivo de la vid.

Con una altitud media de 550 mts sobre el nivel del mar, Matanegra posee, además, un microclima singular con diferencias de temperaturas diurnas con respecto a las nocturnas, lo cual es bueno para la maduración de las uvas. El clima es benigno en general, lo cual incide en la falta de enfermedades en las viñas. Los vinos de Extremadura cuentan también con una gran variedad de uvas que le permite una amplia gama de elaboraciones, sin olvidar las grandes posibilidades que tienen para el desarrollo del enoturismo en una zona con gran riqueza cultural y paisajística.

Fernando Toribio tiene claro que la diferenciación, la elaboración de un buen producto y la búsqueda de nichos diferenciados será determinante para asegurar la supervivencia de bodegas pequeñas, que deben intentar seguir creciendo en todos los mercados, también el nacional. "Es difícil para una bodega competir con bebidas respaldadas con grandes campañas de publicidad que están presentes en todos los medios. En las bodegas pequeñas como la nuestra tenemos que desarrollar estrategias con otro enfoque, tenemos que apoyarnos en el Enoturismo para conseguir prescriptores y a través del boca a boca darnos a conocer". Sin olvidar también el importante trabajo de difusión que consiguen a través de redes sociales, "que son cada vez más importantes para nosotros", puesto que suponen un esfuerzo importante en tiempo y trabajo pero son económicamente más asumibles para este tipo de bodegas, como lo refleja su apuesta por la venta a través de tienda on line.

Carmen Fernández
Licenciada en CC de la Información y especializada en enogastronomía y turismo

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