Viernes 19 de Julio de 2013
El envejecimiento de los vinos influye en su denominación, ¿sabrías diferenciarlos?
Reserva, gran reserva, crianza, vinos jóvenes…todos estos son términos que todo amante del vino habrá escuchado más de una vez, pero ¿sabemos realmente la diferencia que existe entre ellos?
Hoy vamos a resolver algunas dudas existentes al respecto para tener un mayor conocimiento de este mundo que tanto nos gusta.
Los vinos podemos clasificarlos en dos grandes bloques:
- Vinos jóvenes:
Estos vinos se elaboran para su inmediata comercialización en el mercado. No han tenido ningún tipo de crianza en madera. Pasan de los depósitos a la botella directamente. Pueden ser blancos, rosados o tintos. Al no interferir la madera en sus aromas o en el paladar, son vinos en los que se conservan mucho las características varietales de las uvas de las que proceden. Prima la frescura y los aromas primarios de la uva.
- Vinos con Crianza:
La crianza es un proceso largo y delicado cuyo objetivo es mejorar las cualidades del vino mediante el envejecimiento. Este proceso tiene dos partes, una primera en barrica de madera, generalmente de roble, y otra en la propia botella, donde adquiere una mayor complejidad y elegancia.
Con Crianza también podemos encontrarnos vinos tintos, rosados y blancos. Es incierta la creencia de que sólo los tintos pueden pasar por Crianza.
Dentro de los vinos con crianza nos podemos encontrar que en función del tiempo que pasan en barrica reciben un nombre diferente:
Estos tiempos son aproximados, ya que esto va a depender de la regulación de cada Consejo Regulador.
Ahora que lo tienes más claro, ¿con cuál de ellos te quedas?
Artículo escrito por Adrián Guareño (@33guare) en http://www.organicwine.co/blog/ (@OWB2B)