Abadal, el reflejo del bosque mediterráneo en sus vinos….

1.       La Bodega...

Fundada en el año 1983, por Valentí Roqueta en Santa María D'Horta d'Avinyo, la idea inicial del señor Roqueta cuando fundó esta bodega, fue la de crear una bodega que fuera capaz de trasmitir en los vinos que elaborara, la personalidad y el paisaje del Bages, una región ubicada en la parte oriental de la provincia de Barcelona y en la que el paisaje mediterráneo rodeado de bosques de pinos, encinas con montebajo de tomillo y romero consiguiera trasmitir unas características en sus vinos que expresaran la singularidad del paisaje.

Junto con la apuesta por la singularidad del paisaje, la otra gran apuesta que se ha hecho desde Bodegas Abadal ha sido por la recuperación de las variedades autóctonas de la zona, de ello podemos dar fe, por haber sido su Abadal 100 % Picapoll el primer vino elaborado únicamente con esta variedad autóctona de la zona del Bages y que fue uno de los vinos ganadores de una Medalla de ORO en la 3ª edición del Concurso Nacional de Vinos de Pequeñas D.O.'s, celebrado hace unos meses. La primera añada de este monovarietal es de 1996.

Abadal Picapoll es un vino elegante y seductor, que combina las notas cítricas con las notas de fruta blanca (albaricoque y melocotón) junto con las notas florales del entorno boscoso (hinojo, lavanda y menta).

Los viñedos, están situados en un entorno único en terrazas en diferentes niveles sobre unos suelos de arcilla y piedra calcárea, que junto con la proximidad del bosque y los aromas de montebajo, otorgan a sus vinos una gran expresividad y complejidad.

La climatología que rodea a al entorno de Bodegas Abadal, se caracteriza por ser marcadamente mediterránea, de influencia continental con unas marcadas diferencias térmicas entre el día y la noche, lo que permite a nuestras uvas obtener un nivel de maduración óptimo durante la vendimia.

Desde la Bodega se ha apostado por tener un sistema propio de viticultura sostenible tratando de tener el máximo respeto por nuestro entorno, utilizando solamente recursos naturales en base a 3 pilares:

a). Ecología, con el fin de minimizar al máximo las emisiones de CO2 y su impacto en el medio ambiente, controlamos el uso de técnicas alternativas para favorecer la ventilación de las uvas y la sanidad de nuestras cepas.

b). Biodiversidad, medimos el índice de biodiversidad de nuestros bosques con el fin de mantener una riqueza natural que nos permita controlar con fauna natural las plagas y enfermedades que afecten a nuestros viñedos.

c). Suelo, controlamos este elemento como pilar fundamental de nuestros vinos y le prestamos especial atención para mantenerlo vivo, minimizando su compactación, mejorando la estructura y así facilitando le trabajo de las raíces.

2.     La Pequeña D.O. Pla de Bages

La tradición vinicola de esta región, ubicada en la zona oriental de la provincia de Barcelona, viene desde los siglos I y II a.c. en los que se data un trozo de cerámica con la inscripción VINUM, si bien la historia del vino en esta zona ha tenido en este tiempo altibajos llegando a tener una superficie cultivada de más de 27.000 hectáreas a finales del siglo XIX, el paso de la filoxera y el atractivo que para la mano de obra supuso la industria textil de finales del siglo XIX, y principios del XX, en la zona de Manresa (punto de referencia de esta Pequeña D.O.) hizo que a finales de los años 80 del pasado siglo, la superficie destinada a viñedo no sobrepasara las 500 Hectáreas...este momento supuso un punto de inflexión y fue el germen para la creación de la D.O. Pla de Bages que conocemos en la actualidad y que fue fundada en 1995 siendo el propio señor Roqueta el primer Presidente de la D.O.

Con 15 bodegas adscritas, la Pequeña DO Pla de Bages es una de las dos Pequeñas D.O's de la provincia de Barcelona, al margen del paisaje mediterráneo que se trasmite en sus vinos, una de las características determinantes de esta Pequeña DO es su apuesta por la conservación del patrimonio arquitectónico, desde tinas de fermentación en el bosque o construcciones de piedra seca para que los payeses se resguardasen de las inclemencias del tiempo durante sus labores agrarias, es  sin duda una de las regiones que mejor conservan este patrimonio arquitectónico agrario de nuestro país y sin duda una vista obligada para cualquier amante del vino y del paisaje.