Cagnoli en La Rural: tradición y sabor desde Tandil

En la 137ª Exposición Rural de Palermo, entre stands con animales de pedigree, maquinaria imponente y multitudes que buscan reencontrarse con las raíces del campo argentino, hay un rincón que seduce desde lejos por su aroma, su calidez y su historia: el stand de Cagnoli, emblema de los sabores tandilenses. Con más de 100 años de tradición, esta empresa familiar que nació con las recetas de Pedro Cagnoli supo convertir la pasión por los embutidos en una marca reconocida en todo el país.

Hoy, Cagnoli es sinónimo de excelencia artesanal y control absoluto de su producción. Desde el maíz que alimenta a sus propios cerdos hasta el último detalle en el chacinado, todo se hace en Tandil. Esa trazabilidad —que no es sólo una palabra de moda, sino un compromiso real con la calidad— se siente en cada bocado. Y eso se vive, se huele y se saborea en su espacio en La Rural.

Un stand con sabor a casa

El stand de Cagnoli, uno de los más grandes y atractivos del pabellón gastronómico, es una postal del buen comer argentino. Con una puesta en escena cálida y rústica, personal amable invita al visitante a detenerse y probar. Allí se ofrecen generosas degustaciones de sus productos clásicos: el salame picado fino, el grueso, el chorizo casero y el fuet con emplume, esas recetas originales que sólo se consiguen en Tandil y que evocan la esencia de lo casero bien hecho.

Pero además de los clásicos, este año la marca llega con novedades que reafirman su capacidad de reinventarse sin perder su esencia.

Una charla con Clara Pagola, vocera de la marca

En medio del ir y venir del público, Clara Pagola, vocera de Cagnoli, nos comparte con entusiasmo las novedades y el detrás de escena de un año que marca un renacer para la firma:

—Todavía no lo trajimos al stand, pero ya hicimos el lanzamiento en Tandil y en breve los van a encontrar acá en Capital —adelanta, refiriéndose a su nuevo producto estrella—. Lanzamos la línea de chorizo bombón fresco para parrilla. ¡Excelente! La emoción en su voz se justifica. Este lanzamiento no sólo representa una innovación gastronómica, sino también un logro emocional y estructural para la empresa.

—En 2021 sufrimos un incendio en la planta productora de carne de cerdo, nos cuenta. Fue un momento muy duro, pero decidimos reconstruir todo, y hoy ya está en marcha. Incluso aprovechamos para unificarla con la planta de chacinados. Tener todo junto nos facilita muchísimo la trazabilidad y el control de calidadad.

Con orgullo, remarca que el proceso productivo es íntegramente tandilense:

—Todo, absolutamente todo se hace en Tandil. Desde el criadero, que compartimos con Estancia La Negra y San Lorenzo, hasta el desposte y el chacinado. Cagnoli tiene el control desde el maíz hasta el salamín.

Este control absoluto, sumado al legado artesanal y al impulso de innovación, se traduce en una nueva generación de productos frescos que pronto llegarán al mercado porteño. Además del chorizo bombón, también se destacan el salamín especiado y una mortadela con pistacho que ya despertó curiosidad en redes sociales.

—Y eso no es todo, se ríe Clara. Hay más lanzamientos en camino, algunos secos, otros frescos… pero todavía no puedo contar nada. Solo les digo que nos sigan en @cagnolitandilok porque se vienen sorpresas.

Más que un embutido, una experiencia

El paso por el stand de Cagnoli no es simplemente una degustación: es una experiencia. Una invitación a detenerse, a conocer cómo se hace lo que se come, a entender que detrás de un salamín perfecto hay historia, esfuerzo, tradición y una visión que apuesta por la calidad a largo plazo.

Mientras el visitante prueba un bocado de salame especiado y escucha el relato detrás del chorizo bombón, se construye un puente entre la tierra, el trabajo artesanal y el placer gastronómico. Porque Cagnoli no solo ofrece productos: ofrece identidad.

Dónde encontrarlos:

El stand está ubicado en el Pabellón Gastronómico de La Rural, en Palermo (Av. Sarmiento 2704), y estará abierto hasta el 27 de julio, de 9 a 20 h. Las entradas oscilan entre $12.000 y $15.000, con promociones para menores, jubilados y grupos familiares.

Si pasás por ahí, no dudes en dejarte tentar por los sabores de Tandil. Y si querés seguir las novedades, lanzamientos y próximos puntos de venta en Capital, podés encontrarlos en Instagram como @cagnolitandilok*