La campaña de ajo y cebolla de 2025 afronta inestabilidad climática y presión de plagas en el campo español

El ajo mantendrá precios estables mientras la cebolla podría encarecerse por menor oferta y problemas en el cultivo

Jueves 22 de Mayo de 2025

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La campaña de ajo y cebolla de 2025 afronta inestabilidad climática y presión de plagas en el campo español

La campaña de recolección de ajos y cebollas de 2025 en España se desarrolla en un momento marcado por la inestabilidad meteorológica y la presión de las plagas. El sector agrícola, especialmente en Castilla-La Mancha, observa con atención cómo estos factores afectan tanto a la producción como a los precios que llegarán al consumidor final.

El Grupo Lomar, empresa mayorista con sede en Zarza de Tajo (Cuenca), explica que la producción de ajo se mantendrá estable respecto a años anteriores. Esta previsión se basa en datos recogidos durante la siembra y el desarrollo del cultivo, que no han sufrido grandes alteraciones pese a las lluvias irregulares y las temperaturas variables. Por este motivo, los precios del ajo podrían experimentar una ligera bajada en los próximos meses, lo que supondrá un alivio para los consumidores.

En el caso de la cebolla, la situación es diferente. El año pasado hubo un exceso de cebolla en el campo, lo que llevó a muchos agricultores a reducir la superficie sembrada para esta campaña. A esto se suma una serie de problemas climáticos que han dificultado el crecimiento del cultivo. Como resultado, se espera una oferta más ajustada de cebolla temprana, lo que podría traducirse en un aumento de precios durante el verano. Los expertos del Grupo Lomar señalan que este incremento será más visible en los supermercados cuando llegue la nueva cosecha.

Las estadísticas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación muestran que en 2024 se cultivaron 22.969 hectáreas de ajo y cebolla, con una producción total de 236.258 toneladas, un 12% más que el año anterior. Para 2025, se prevé un volumen similar en el caso del ajo, mientras que la cebolla podría ver reducida su presencia en el mercado debido a la menor siembra.

Las plagas representan uno de los principales problemas para los agricultores este año. La inestabilidad meteorológica ha favorecido su aparición y propagación, obligando a los productores a reforzar las medidas de control y prevención. Sin embargo, desde el punto de vista económico, los costes de producción se han estabilizado tras varios años al alza. Esto permite a las empresas centrarse en mejorar la calidad del producto y actualizar sus procesos.

Grupo Lomar ha anunciado la incorporación de nuevas tecnologías en sus instalaciones para optimizar la conservación y manipulación tanto del ajo como de la cebolla. Entre estas mejoras figura una máquina automática para pelar cebollas y nuevos secadores destinados a reducir la humedad en las cámaras frigoríficas. Estas inversiones buscan mantener altos estándares de calidad y asegurar que el producto llegue al consumidor en óptimas condiciones.

La apuesta por modelos productivos basados en Kilómetro 0 también gana peso dentro del sector. En el caso concreto del Grupo Lomar, todos los procesos productivos se concentran en un radio de 60 kilómetros alrededor de su sede. Esta estrategia permite reducir tiempos y costes logísticos, además de minimizar las emisiones contaminantes asociadas al transporte. La proximidad con Mercamadrid facilita la distribución rápida hacia los principales mercados centrales del país.

El abastecimiento nacional está garantizado gracias a una red consolidada que incluye mercados como Mercamadrid, Mercasevilla o Mercabarna, así como grandes cadenas de distribución alimentaria presentes en toda España. El sector confía en que las innovaciones tecnológicas y la adaptación a las condiciones climáticas permitan mantener la calidad y disponibilidad tanto del ajo como de la cebolla durante todo el año.

Los consumidores notarán estos cambios principalmente en el precio final del producto durante los meses estivales. Mientras el ajo ofrecerá cierta estabilidad e incluso una leve bajada respecto al año anterior, la cebolla podría encarecerse debido a su menor presencia en el mercado y a las dificultades sufridas durante su cultivo. Los productores insisten en la importancia de seguir invirtiendo en tecnología y procesos sostenibles para garantizar un suministro regular y productos frescos para todos los hogares españoles.

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